Las piezas expuestas están hechas en materiales ambientalmente amigables y sirven como arrecifes artificiales.
En una iniciativa por ampliar la población de peces e incentivar la creación artística, Florida abrió las puertas del primer museo sumergido.
Las obras están hechas en materiales ambientalmente amigables para que puedan funcionar como arrecifes artificiales.
Las siete esculturas que fueron escogidas para la presentación están a más de 20 metros de profundidad.
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