Al menos 60.000 migrantes indocumentados esperan una solución en la frontera entre México y Estados Unidos
Tras el fin del Título 42 al menos 60.000 migrantes indocumentados se encuentran en la frontera entre México y Estados Unidos a la espera de poder cruzar hacia la unión americana, según informaron las autoridades locales.
Raúl Ortiz, jefe de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, informó que las autoridades locales estimaron que “más de 60.000 inmigrantes” se estarían concentrando en la frontera y sus alrededores para ser procesadas y poder entrar a territorio norteamericano.
En declaraciones con el medio estadounidense CBS, Raúl Ortiz señaló que ante la crisis en la frontera “nos centramos en asegurarnos que hacemos todo lo posible por asignar recursos para abordar esos flujos”.
Las autoridades locales indicaron que la cifra de migrantes a la espera en la zona fronteriza podría aumentar con el paso de las horas a cerca de 150.000 migrantes indocumentados.
Tras expirar la norma migratoria, medida adoptada por el expresidente Donald Trump y que permitía expulsar a migrantes alegando peligros para la salud pública del país en el contexto de la pandemia de covid-19, cientos de migrantes han incluso optado por continuar cruzando río Bravo.
Desde este jueves, cientos de migrantes que se encuentran varados en la frontera de Matamoros, Tamaulipas, no han dejado de lanzarse al río Bravo con la intención de llegar hacia la unión americana.
Ante esto, las autoridades en Texas hicieron un llamado a todos los migrantes para que eviten transitar por este río, advirtiendo de la reapertura de represa Caballo que puede aumentar el nivel del caudal.
Según la Comisión Internacional de Límites y Aguas, coordinada por la Oficina de Recuperación de Estados Unidos, la represa será abierta este viernes y se espera que el agua llegue a la zona de El Paso, en Texas, la próxima semana.
En declaraciones a la prensa, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., habló sobre los riesgos que corren las personas que ingresen de manera irregular después del levantamiento de la norma.
“Si alguien llega a nuestra frontera sur después de la medianoche, se presumirá que no es elegible para asilo y estará sujeto a consecuencias severas por un ingreso ilegal”, afirmó.
Tras el fin de la norma, la unión americana usará el Título 8 que, entre otras cosas, criminaliza los cruces fronterizos ilegales y hace casi imposible la futura residencia legal en Estados Unidos.
Los migrantes que sean deportados no podrán ingresar a Estados Unidos ni solicitar ninguna medida al gobierno estadounidense durante cinco años, así como también algunos podrían enfrentar cárcel si intentan ingresar de manera ilegal.
En la puerta 42 en El Paso, Texas, zona de mayor flujo migratorio, se han visto salir un autobús con un grupo de migrantes, en su mayoría hombres, que serán procesados por las autoridades estadounidenses.