Así se vive la fiesta de conmemoración a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de México
Los católicos conmemoraron este martes el Día de la Virgen de Guadalupe, la llamada ‘Patrona de América’.
Miles de fieles acudieron desde muy temprano a la Basílica Santa María de Guadalupe en México para cumplir con la tradicional fiesta.
La jornada comenzó con el canto de “Las Mañanitas” a la ‘Morenita’ como también suelen llamarle los feligreses.
Algunos peregrinos llegaron al emblemático santuario con estatuas de la Virgen para cumplir con la tradición religiosa y agradecer por los milagros recibidos.
Al mismo tiempo, decenas de devotos continúan llegando hasta una de las estatuas de la Virgen ubicada en la localidad de Ahuehuete.
En este lugar de peregrinación, los fieles deben subir 1.400 escalones para llegar al mirador de la gigantesca estatua de 33 metros de altura.
En medio de la celebración, el papa Francisco se pronunció a través de redes sociales para enviar un emotivo mensaje a todos los creyentes.
"Celebrar a María es celebrar la cercanía y la ternura de Dios que se encuentra con su pueblo, que no nos deja solos, que nos ha dado una Madre que nos cuida y nos acompaña", dijo Francisco en su cuenta de X.
La religión católica se encuentra muy arraigada en la cultura mexicana y muchas de sus creencias y tradiciones han perdurado y evolucionado a través de la historia.
Las celebraciones en torno a la virgen de Guadalupe dan inicio a los festejos y peregrinaciones de fin de año.
Según la historia, el 12 de diciembre de 1531, la Virgen María se apareció frente al indígena Juan Diego, luego declarado santo, por cuarta ocasión en lo que hoy es Cuautitlán en el estado de México.
En ese momento el indígena estaba en busca de alguien que pudiera ayudar a su tío enfermo, cuando se encontró en el camino a la virgen. Ella entonces le informó que su tío ya estaba curado.
Según los creyentes católicos, ese día la Virgen María le pidió a Juan Diego que subiera a lo más alto del cerro del Tepeyac en busca de unas rosas, las cuáles tenía que reunir para llevarlas ante el obispo como una prueba de sus milagrosas apariciones, en las que solicitaba que se construyera un templo en su honor.