Aumenta la incertidumbre económica en comunidades venezolanas del sur de Florida tras el fin del TPS
Con el fin del TPS y de otros programas que ofrecían protección migratoria a miles de venezolanos, algunos dueños de comercios aseguran que ya sienten el impacto y el mercado inmobiliario también comienza a mostrar señales de cambio.
La ciudad de Doral, ubicada en el sur de Florida y conocida como la "pequeña Caracas" por albergar aproximadamente 27.000 venezolanos, comienza a sentir el impacto económico tras el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS) y otros programas migratorios implementados por el gobierno de Donald Trump.
Empresarios locales reportan una caída significativa en sus operaciones comerciales.
"Tengo 28 años viviendo en el Doral. Ha sido una caída increíble que nos ha afectado a todos los empresarios, no solamente a la comunidad del Doral, sino también a los negocios", aseguró un residente y propietario de negocios en la zona.
En abril de este año, el Ayuntamiento de Doral aprobó un acuerdo de cooperación con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Según la organización Trace Reports, más de 35.000 venezolanos han sido deportados en todo el país, aunque no existen cifras precisas sobre cuántos han abandonado Doral específicamente por temor a la deportación o pérdida de protección migratoria.
La alcaldesa de Doral, Christi Fraga, reconoció que la terminación del TPS afectó a algunas familias, pero sostiene que la ciudad mantiene su estabilidad. "Nosotros no tenemos datos oficiales que podamos decir hay un éxodo masivo. Sabemos que sí hay familias que han decidido autodeportarse. Doral tiene ya un establecimiento que ha estado aquí hace mucho tiempo, que son o ciudadanos o residentes permanentes. Yo diría la mayoría de los venezolanos que están acá", declaró la funcionaria.
La alcaldesa añadió que muchos venezolanos "estaban en algún proceso de hacer TPS temporalmente, pero tenían una visa u otro tipo de estatus, y hay muchos que se están revertiendo a eso de nuevo, reactivando su asilo político".
El sector inmobiliario también presenta cambios. Según un artículo del Wall Street Journal publicado el 29 de septiembre, la tasa de propiedades desocupadas en Doral pasó del 5,6% al 6,5%, con algunos edificios superando incluso el 10%. Los alquileres, según el mismo reporte, cayeron a mínimos de tres años.
Sin embargo, persiste la interrogante sobre si estos cambios responden exclusivamente a la salida de familias venezolanas por las modificaciones en las políticas migratorias o si forman parte de una tendencia más amplia del mercado inmobiliario estadounidense.