Colombia se enfrenta a posible pérdida de certificación en lucha antidrogas por parte de Estados Unidos
Colombia podría perder este lunes la certificación de su lucha antidrogas por parte de Estados Unidos, lo que confirmaría el estancamiento diplomático entre ambos gobiernos, en medio de un importante despliegue militar de Washington en el Caribe.
La certificación es una evaluación que desde 1986 hace cada año Washington sobre los esfuerzos antinarcóticos de una veintena de países productores y distribuidores. En el caso de Colombia, representa una ayuda de unos 380 millones de dólares anuales.
"Estamos trabajando hasta el último momento. La decisión aún no se ha tomado (...) y queríamos reiterar y reafirmar una vez más el mensaje que hemos dado a lo largo de todo este año. Lo hacemos por convicción", explicó a la prensa la semana pasada el embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña Jaramillo.
A Washington se desplazaron el comandante de las Fuerzas Armadas, almirante Francisco Cubides, y el director de la Policía, general Carlos Fernando Triana Beltrán, para reuniones que se prolongaron toda la semana pasada.
La descertificación de Washington golpearía la cooperación para que la fuerza pública de Colombia combata a cárteles como el Clan del Golfo y guerrillas dedicadas al tráfico como el ELN, y las disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz de 2016.
Pero esta medida puede tomar aspectos diferentes, en función del inquilino de la Casa Blanca, recordó el embajador colombiano.
"En el caso hipotético de la eventual descertificación, tampoco es claro cuál puede ser, porque la ley lo que establece es un menú de posibilidades" a disposición del presidente, ya sea en materia militar, de cooperación internacional u otros aspectos, explicó.
Colombia fue descertificada una primera vez en 1996. En ese año gobernaba Ernesto Samper, que enfrentó un escándalo por la presunta financiación de su campaña por parte del Cártel de Cali.
Entre 2000 y 2018 Estados Unidos entregó a Colombia más de 10.000 millones de dólares, según el Congreso estadounidense, para fines militares, sociales y de erradicación de narcocultivos. Estados Unidos es el principal socio comercial y militar de Colombia.
Desde que llegó al poder en 2022, el presidente Gustavo Petro suspendió la erradicación forzada de hoja de coca, principal componente de la cocaína. Año tras año el país rompe su propio récord de área sembrada con esa planta y de producción del polvo blanco.
En su territorio hay unas 253.000 hectáreas de narcocultivos y se elaboran por lo menos 2.600 toneladas anuales de cocaína, de acuerdo con el último balance de 2023 de la ONU.
La posible descertificación coincide, además, con la tensión en las relaciones diplomáticas entre Trump y Petro, especialmente debido a las críticas del mandatario colombiano a la política de deportación de migrantes de Washington.
Petro, además, ha puesto en duda los argumentos de Washington para atacar en El Caribe una lancha que, aparentemente, transportaba drogas y provenía de Venezuela, una acción que dejó 11 personas muertas.
Estados Unidos, cabe resaltar, lleva a cabo un fuerte despliegue en El Caribe con el que asegura que busca enfrentar a los carteles de las drogas latinoamericanos.
El aumento de tropas en El Caribe ha ejercido presión sobre Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos ha calificado como "el cabecilla de un narcoestado" y líder del designado como terrorista Cartel de los Soles.
El Departamento de Estado además ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por información que pueda ser importante para la captura de Maduro.