En Estados Unidos, las autoridades atienden el impacto de dos fenómenos naturales.
El más inminente, en el suroeste del país, donde la ahora ya tormenta tropical Hilary deja intensas lluvias que amenazan con “inundaciones catastróficas”.
Hilary tocó tierra en Baja California, en México, el fin de semana como huracán categoría 4 y en las últimas horas se ha ido degradando. Si bien las autoridades aseguran que lo peor se habría evitado, monitorean de cerca el impacto de un fenómeno que no afectaba a esa zona del país desde final de la década de 1930 del siglo pasado.
El segundo, la desolación en Hawái tras los devastadores incendios que han arrasado la Isla Grande de Hawai y Maui.
A pesar de que los fuegos lograron exigirse hace unos días, la búsqueda de desaparecidos y la remoción de estructuras consumidas por las llamas todavía continúa. Según las autoridades, más de 100 personas perdieron la vida.
Hoy el presidente Joe Biden llegó a la isla de Maui para evaluar la situación y reunirse con familiares y vecinos afectados. El mandatario, quien estuvo acompañado de la primera dama, Jill Biden, se reunió también con trabajadores de emergencia y funcionarios estatales y locales. Unos mil funcionarios trabajan en la recuperación además de 450 rescatistas que buscan supervivientes.
Daniel Llargués, portavoz para medios hispanos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), ofreció una entrevista en Cuestión de Poder de NTN24.