Continúan enfrentamientos entre Policía y grupos radicales envueltos en las mal llamadas "cacerías de migrantes" en España
Continúan los enfrentamientos entre la Policía y grupos radicales envueltos en las mal llamadas “cacerías de migrantes” en España.
Los disturbios se han dado luego de que extremistas atacaran comercios de migrantes según dicen en represalia por el presunto ataque que recibió un anciano de parte de inmigrantes magrebíes.
Hasta el momento, ocho personas fueron detenidas por disturbios en la localidad de Torre Pacheco, en la región de Murcia.
El hombre atacado tiene 68 años y sufrió aparentemente una paliza de parte de un grupo de jóvenes magrebíes (oriundos del noroeste de África, que comprende Marruecos, Argelia y Túnez).
La delegada del Gobierno (prefecta) en Murcia, Mariola Guevara, escribió en X que, entre los privados de libertad, cinco son de nacionalidad española y uno magrebí".
De acuerdo con la funcionaria, los arrestos de estas personas se produjeron debido a que cometieron "agresiones, daños y altercados".
Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior español, indicó que se desplegaron "90 efectivos de Guardia civil" y que la cifra se iba "a incrementar para el martes y los días sucesivos hasta que (...) esto concluya".
A su vez, el alcalde de Torre Pacheco (Murcia), Pedro Ángel Roca, explicó que la situación se pudo "controlar" la pasada noche "gracias al dispositivo policial".
Por su parte, el PSOE denunció al líder de Vox en Murcia por supuestamente fomentar la “violencia contra la población migrante” de Torre Pacheco.
Entretanto, la Iglesia católica también se pronunció. En un comunicado, el obispo de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, instó a todos los hombres y mujeres de Torre Pacheco a seguir siendo testigos de la paz.
Lorca Planes, recordó que la violencia no es "una solución", sino que genera aún más "malestar" entre la población, que siempre se ha destacado por "dar trabajo, por la convivencia y por la integración".
El prelado también destacó el compromiso de la parroquia local, que, junto con toda la comunidad, trabaja para hacer realidad el llamamiento a la "calma y la serenidad".