¿Cuál es la historia de la Divina Pastora y por qué se le atribuye la sanación de los enfermos?
Cada 14 de enero sale en procesión la virgen de la Divina Pastora a recorrer las calles del estado Lara. Está sentada sobre un cómodo trono; en su mano derecha sostiene un delgado bastón y en la izquierda deja reposar al niño Jesús. Siempre, sin falta, lleva sobre su cabeza un pequeño gorro pastoral que refleja su labor: guiar a los feligreses en la fe.
Año tras año son miles los creyentes que se apersonan ante la Divina Pastora para pedirle un milagro, agradecer por algún favor recibido o simplemente para venerarla. Es tan grande esta expresión de fe que se ha convertido en la segunda más importante de América Latina después de la procesión de la virgen de Guadalupe en México.
Este 2021 la procesión de la ‘pastorcita’ no se realizará por las medidas de seguridad tomadas ante la presencia del covid-19, virus que ya ha cobrado la vida de más de 1.9 millones de personas en todo el mundo, aún así la eucaristía y peregrinación se realizarán de manera virtual.
Pese a las actuales restricciones los devotos mantienen sus oraciones y rituales de fe desde casa y piden a la Divina Pastora que este 2021 el mundo pueda superar los embates del coronavirus.
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No es la primera vez que la Divina Pastora intercede por la salud de sus fieles. De hecho, el origen de esta gran expresión de fe en el estado Lara se debe a sus milagros relacionados con la sanación: la figura de la virgen llegó a la entidad venezolana cerca de 1736 por una aparente equivocación. En aquel entonces el párroco de Santa Rosa pidió una virgen de la Inmaculada Concepción, pero en su lugar llegó la virgen de la Divina Pastora. Aunque el religioso intentó devolver la imagen, algunos cuentan que la estatua se volvió tan pesada que fue imposible levantarla y sacarla del templo, lo que pudo haberse interpretado como la primera señal de que la virgen quería quedarse en el pueblo.
Divina Pastora 2021 / Foto: Arquidiócesis de Lara
En los años siguientes se empezó a construir una fe muy fuerte en relación a la virgen, pero no fue hasta 1856 cuando la Divina Pastora se convirtió en una de las figuras más veneradas de toda Venezuela, América Latina y el mundo: ese año el país enfrentaba una fuerte epidemia de cólera, la cual cobró cientos de vidas en la nación. En esos días el padre José Marcario Yépez imploró a la virgen por su intercesión y sanación de los venezolanos y, de acuerdo con los testimonios, sus plegarias fueron escuchadas pues los habitantes comenzaron a presentar notables mejoras.
Otros relatos agregan que además de las oraciones del padre Yépez también se realizó una procesión de la virgen por las calles pidiendo salud para los enfermos y que desde esa fecha todos los 14 de enero de cada año se realiza una gran movilización en honor a sus milagros.
Este 2021 la virgen de la Divina Pastora no saldrá a las calles de Barquisimeto (tradicionalmente es trasladada en peregrinación desde la iglesia de Santa Rosa hasta la catedral de la capital larense) pero desde sus hogares los fieles pedirán por sus milagros. Este año el niño Jesús que sostiene la virgen está vestido totalmente de blanco y en su mano sujeta una rosa blanca en representación de todo el personal de salud del mundo que lucha día a día contra el coronavirus.
La virgen también luce un vestido blanco con flores de colores bordadas. Este color representa la presencia constante de la madre de Dios en estos momentos de pandemia.
Divina Pastora 2021 / Foto: Arquidiócesis de Lara
Redacción NTN24 / Jhon Lindarte