Del 23 de marzo al 21 de abril, la comunidad musulmana da el inicio al mes sagrado, mejor conocido como “Ramadán”, una de las celebraciones más importantes dentro del calendario islámico.
En esta celebración que ocupa el noveno mes dentro del calendario islamico, se conmemora la revelación del Corán, el libro sagrado del islam que representa la palabra de Dios y fue revelado por el profeta Mahoma, por medio del Ángel Gabriel como guía para la humanidad.
El Ramadán se considera uno de los eventos más importantes dentro de la comunidad musulmana debido a las virtudes que “Allah (Dios en El Corán)” le transfirió a Mahoma, por lo que durante 30 días los creyentes se someten a un ayuno en el que no es permitido consumir ni beber nada hasta la puesta de sol cada día durante el mes sagrado.
Así como el ayuno que representa una forma de adorar a Allah, se realizan oraciones diarias que dependen de la salida y puesta del Sol, por ello, para aquellos que cumplen con las abstenciones (no fumar, tomar o tener relaciones sexuales), se dice que existen recompensas espirituales que se suelen multiplicar durante el Ramadán.
Las prácticas que se llevan a cabo durante el Ramadán son obligatorias para los musulmanes que hayan superado la pubertad, solo existen excepciones para las personas de la tercera edad, embarazadas, mujeres con ciclo menstrual y enfermos.
Durante este mes de ayuno, los musulmanes también se encargan de recolectar ayudas alimentarias que son distribuidas a familias vulnerables de distintas zonas o regiones, sobre todo a las más afectadas por los conflictos armados como el caso de Yemen que este año recibió 30.000 toneladas métricas de grano de trigo por el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La palabra Ramadán proviene del árabe y significa “quemar” haciendo referencia a la quema de los pecados durante este periodo de tiempo, siendo este uno de los cinco pilares más importantes dentro del islam.