El conflicto palestino-israelí vive su mayor escalada en décadas tras el ataque terrorista del pasado sábado ejecutado por Hamás, una organización política y paramilitar de Palestina que se declara como yihadista, nacionalista e islamista.
Hamás, que en árabe podría traducirse como ‘entusiasmo’ o ‘fervor’, responde al acrónimo, en árabe, de Movimiento de Resistencia Islámica y tuvo como objetivo original, definido en su carta fundacional, el establecimiento de un Estado islámico en la región histórica de Palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén.
Hamás desde la publicación de un documento de principios en 2017 reclama “el establecimiento de un Estado de Palestina completamente soberano e independiente, con Jerusalén como capital, en las fronteras del 4 de junio de 1967” y enfatiza su carácter nacionalista por encima del religioso, sin reconocer a Israel ni abandonar la lucha armada.
De hecho, uno de sus ‘leitmotiv’ es destruir el Estado de Israel. En 2006 la organización ganó las elecciones y, desde entonces controla la Franja de Gaza, desplazando a otras formaciones que, hasta ese momento, habían tenido la hegemonía política en la región como Al Fatah o el Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Ahí comenzaron las divisiones quedando Hamás en Gaza y Al Fatah con el control de Cisjordania que es, junto con la Franja de Gaza, una de las dos regiones que conforman los límites de lo que sería el Estado de Palestina.
¿Qué define hoy Hamás? ¿Cuánto apoyo tiene entre la población palestina de Gaza?
Moisés Garduño, doctor en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos y profesor del Centro de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México, analizó la influencia de Hamás en Gaza en el programa Cuestión de Poder de NTN24.
“El apoyo a Hamás aunque no es total por parte de toda la población palestina sí lo es en una parte importante de la base social palestina en Gaza”, indicó Garduño.