Daniel Ortega quiere reformar la Constitución para tomar control de la Policía y castigar a "oficiales desertores"
El régimen de Nicaragua anunció su intención de reformar la Constitución y la ley de Policía para tomar control de la fuerza pública.
La propuesta es impulsada por legisladores sandinistas, quienes además, piden que se use para castigar a "oficiales desertores".
De ser aprobada la medida, la Policía ya no tendría naturaleza profesional, apartidista, apolítica, obediente y no deliberante, además de ofrecer cárcel a los "rebeldes", como son llamados por la dictadura.
Con esto, esperan que “el personal policial que abandone el servicio, lo que se considera deserción, incurriendo en un perjuicio grave a la seguridad ciudadana, será sancionado con una pena de dos a tres años de prisión”.
Asimismo detalla que, en caso de desobedecer, los oficiales también tendrían penas en prisión.
“El personal policial que sin causa justificada desobedezca las órdenes de sus superiores, en perjuicio de la seguridad ciudadana, será sancionado con una pena de seis meses a dos años de prisión”.
Los legisladores buscan reformar el artículo 97 de la Constitución, que establece el marco legal de las fuerzas de seguridad.
La Carta Magna dice que, “en estricto apego a la Constitución Política, a la que guardará respeto y obediencia” y que “estará sometida a la autoridad civil que será ejercida por el Presidente de la República a través del ministerio correspondiente”.
Esto se da el mismo día en el que el régimen de Ortega habría liberado a monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa.
Álvarez Lagos fue trasladado en febrero de su vivienda, donde guardaba prisión domiciliaria desde agosto de 2022, al Sistema Penitenciario Nacional, mejor conocido como la ‘cárcel Modelo’, situada en el municipio Tipitapa del departamento de Managua.
Ahora, se habla de que los Ortega-Murillo llegó a un acuerdo con el Vaticano para la liberación de Álvarez, sin embargo, aún se desconoce su paradero.