Ecuador recibió con honores los restos de la cadete fallecida en ataque de Colombia
Las autoridades ecuatorianas recibieron este sábado con honores los restos mortales de Érika Sofía Chico, la cadete que estudiaba en la Escuela de Policía Santander y falleció el jueves en un atentado que dejó una veintena de víctimas mortales y 68 heridos, reseñó la agencia EFE.
Un avión Douglas DC-3 de la Policía colombiana con los restos de la cadete, de 21 años, aterrizó esta tarde en la Base aérea del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de la población de Tababela, aledaña a Quito, acompañado por personal de Criminalística.
En otro aparato habían llegado varios minutos antes familiares cercanos de la fallecida, sus progenitores y un hermano, que acompañaron el proceso de identificación y viajaron con dos generales de la Policía de Colombia, informó la Cancillería ecuatoriana.
"Hemos sido testigos de la llegada de nuestra compañera, de nuestra hermana menor, la cadete Érika Chico", manifestó conmovido el comandante general de la Policía Nacional de Ecuador, Nelson Villegas en una rueda de prensa en una de las salas del aeropuerto.
El responsable policial aseguró que la fallecida "está recibiendo los honores que le corresponden" y que se revisará la posibilidad de otorgarle una condecoración a título póstumo, terreno en el que "se procederá conforme la ley determine".
El féretro fue recibido por una guardia de honor de la Policía ecuatoriana, que lo llevó sobre un soporte con ruedas cubierto con la bandera tricolor, en un breve recorrido al ritmo de una marcha fúnebre interpretada por una banda policial.
A un lado, estaban presentes el padre de la víctima, Roberto Chico, su madre, Elizabeth Vallejo, y su hermano Kevin Chico y otros familiares.
Una oficial encabezaba la procesión portando un cojín donde reposaba la boina de la cadete fallecida y otro con una cajita triangular que guardaba pertenencias que había entregado el progenitor.
El cortejo avanzó entre un pasillo de miembros de la Policía en uniformes de gala y se detuvo antes de ser introducido en el coche fúnebre, cuando un sacerdote policial le bendijo.
Posteriormente, la caravana con el féretro se dirigió a la Escuela de Policía General Alberto Rodríguez Gallo, en el sector de Pusuquí, al norte de la capital, donde se instaló una capilla ardiente.
Villegas indicó que las autoridades "están analizando" con los familiares cuándo tendrá lugar el entierro, que podría llevarse a cabo el domingo o el lunes.
Agradeció especialmente al Gobierno de Iván Duque su colaboración y confió en que "la investigación que realice nuestra hermana Policía de Colombia dé los resultados debidos para dar con los autores, cómplices y encubridores" del ataque.
La familia fue recibida por autoridades de la Policía y pudo reunirse con otros familiares que esperaban la llegada de los restos en una sala protocolaria del aeropuerto.
Antes de partir hacia Suiza, donde tiene previsto participar en el Foro Económico Mundial de Davos, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, habló con los familiares que aguardaban la llegada de los aviones y les trasladó su pésame, según pudo constatar Efe.
El vicepresidente ecuatoriano, Otto Sonnenholzner, y la titular del Interior, María Paula Romo, se desplazaron el jueves a Bogotá para reunirse con los cadetes ecuatorianos que sobrevivieron al atentado, entre ellos Carolina Sanango, que resultó herida y aún recibe tratamiento en Colombia, precisó hoy Villegas.
Los diez cadetes ecuatorianos que estudiaban en la sede atacada han regresado al país y permanecerán unos días de licencia antes de retornar a la capital colombiana.
El viceministro del Interior, Andrés de la Vega, que compareció ante los medios condenó el ataque al asegurar: "Rechazamos como los que más todos los actos de violencia".
"Este es un conflicto de nuestra hermana Colombia que nosotros rechazamos y aspiramos, muy sinceramente como pueblos hermanos, a que llegue pronto la paz", afirmó.
El presunto autor del ataque con coche bomba y que Colombia atribuye al Ejército de Liberación Nacional (ELN), fue identificado como José Aldemar Rojas Rodríguez, de nacionalidad colombiana, que ingresó el vehículo en el centro policial cargado con 80 kilos de explosivos.
En abril de 2018 Quito dejó de albergar las negociaciones del proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN, que se prolongaron 14 meses, medida que Moreno indicó seguiría en pie hasta que la guerrilla cesara sus "actividades terroristas".
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