El papa Francisco cierra la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa con eucaristía ante 1,5 millones de peregrinos

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El papa Francisco cierra la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa con eucaristía ante 1,5 millones de peregrinos

Aclamado por una multitud que le cantaba "¡Esta es la juventud del papa!", el pontífice argentino concedió una misa final antes de cerrar esta edición de la denominada JMJ.

Frente a una marea de 1,5 millones de peregrinos, el papa Francisco presidió este domingo la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, donde hizo un llamado por la paz y pidió a las nuevas generaciones que “no tengan miedo”.

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Aclamado por una multitud que le cantaba "¡Esta es la juventud del papa!", el pontífice argentino, de 86 años, concedió una misa final antes de cerrar esta edición de la mayor reunión internacional de católicos.

"A ustedes jóvenes que quieren cambiar el mundo (…) y que quieren luchar por la justicia y la paz (…), no tengan miedo", manifestó Francisco durante la ceremonia en la que también se acordó de los países en conflicto.

"Siento un gran dolor por la querida Ucrania, que sigue sufriendo tanto. Amigos, permitan que también yo, ya viejo, comparta con ustedes un sueño que llevo en el corazón, el sueño de la paz", agregó.

Tanto en la vigilia del sábado como en la eucaristía del domingo, en el recinto instalado junto al río Tajo, se congregaron 1,5 millones de personas, según informó el Vaticano sobre cifras otorgadas por las autoridades portuguesas.

Previo a la misa, los jóvenes se reunieron al ritmo de la música que tocaba un cura-DJ portugués desde el gigante escenario que recordaba al de un macro festival, mientras amanecía un día en el que las temperaturas llegaron a los 40 grados.

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Después de un extenso recorrido en el ‘papamóvil’, Francisco presidió la misa desde el colosal altar que dominaba este recinto en Lisboa repleto de fieles agitando sus banderas, además de 10.000 sacerdotes, 700 obispos y 30 cardenales.

Antes de concluir la ceremonia, Francisco desveló una de las incógnitas de cada edición al anunciar que Seúl será la próxima sede de este macro evento que moviliza a miles de jóvenes de todo el mundo.

"Y así, en el 2027, desde la frontera occidental de Europa se trasladará al lejano oriente, y este es un hermoso signo de la universalidad de la Iglesia", reveló.

Después de la misa, el papa se encontró con 24.000 voluntarios que participaron en la organización de esta edición de la JMJ, aplazada un año a causa de la pandemia.

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