Este jueves el secretario de Salud y Servicios humanos (HHS) Alex Azar, dijo que el gobierno estadounidense está revisando al rededor 3.000 casos de menores migrantes que se separaron de sus padres al momento de cruzar la frontera.
Recientemente, un juez federal del Distrito Sur de California, estableció un plazo al gobierno estadounidense para reunir a las familias migrantes. De acuerdo a lo establecido por el juez, la prioridad son los menores de 5 años, quienes para el 10 de julio deberán ya encontrarse con sus padres, así como los menores de 5 a 17 años, para quienes hay plazo hasta el 26 del presente mes.
Jonathan White, comandante y asistente de preparación y respuesta de la Secretaría de Salud y Servicios Humanos, dijo que se utilizarán análisis de ADN para poder unir a las familias lo más pronto posible y garantizar la legitimidad del vínculo de los menores.
Actualmente, los niños se encuentran en refugios supervisados por la HHS, mientras que sus padres se encuentran en cárceles de inmigración de Seguridad Nacional. Previamente el presidente Donald Trump ordenó a los agentes de Inmigración y Aduanas, darles la opción a los padres de abandonar el país, en compañía de sus hijos o sin ellos.
Redacción Club de Prensa.