Estados Unidos bombardeó a miembros del Estado Islámico, quienes ya habían sido advertidos por el asesinato a cristianos en Nigeria
Nigeria indicó este viernes que proporcionó información a Estados Unidos sobre miembros del grupo Estado Islámico (EI) antes de los ataques del día de Navidad en el noroeste del país, que el presidente Donald Trump calificó de "poderosos y letales".
Estados Unidos bombardeó objetivos del EI en el país africano tras afirmar en los últimos meses que los cristianos enfrentaban ahí una "amenaza existencial" equivalente a un "genocidio".
"Fue Nigeria quien proporcionó información" a Washington, declaró el viernes el ministro nigeriano de Relaciones Exteriores, Yusuf Tuggar, al canal de televisión local ChannelsTV.
Tuggar precisó que habló por teléfono con el secretario de Estado Marco Rubio: "Hablamos dos veces. Conversamos durante 19 minutos antes del ataque y luego volvimos a hablar durante cinco minutos antes de que comenzara", dijo.
El jefe de la diplomacia nigeriana añadió que también mantuvo una conversación con el presidente Bola Tinubu, quien dio "luz verde" a los ataques.
Los bombardeos serían "un proceso en curso" en el que también participarían otros países, añadió sin dar más detalles.
Trump escribió el jueves en su red Truth Social que "ya había advertido previamente a estos terroristas que, si no detenían la matanza de cristianos, lo pagarían caro".
El mandatario republicano añadió que el "Departamento de Guerra realizó numerosos ataques perfectos" el día de Navidad contra objetivos del EI.
El Comando militar estadounidense en África dijo en una publicación en X que llevó a cabo un ataque "a petición de las autoridades nigerianas... que mató a múltiples terroristas de ISIS", al usar el acrónimo de ese grupo armado.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, elogió en X la disposición de su departamento a actuar en Nigeria y dijo que estaba "agradecido por el apoyo y la cooperación del gobierno nigeriano".
Los ataques son los primeros de fuerzas estadounidenses en Nigeria bajo el gobierno de Trump, que inesperadamente criticó a la nación africana en octubre y noviembre al afirmar que los cristianos allí enfrentaban una "amenaza existencial" equivalente a un "genocidio".