Expectativa por fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre demanda de Nicaragua contra Colombia
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) se pronunciará este jueves sobre la última demanda pendiente entre Colombia y Nicaragua, que quiere ampliar su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas en una zona rica en recursos naturales.
El fallo del máximo órgano judicial de las Naciones Unidas, con sede en La Haya, responde a una demanda interpuesta por Nicaragua en 2013.
El país centroamericano reclamó ante el tribunal delimitar su plataforma continental en el Caribe, alegando derechos sobre el lecho y el subsuelo marinos más allá de las 200 millas náuticas establecidas por el derecho internacional y sobre la base de un primer fallo de la Corte que impuso una nueva realidad limítrofe entre ambos países en 2012.
Sin embargo, esa extensión que pide Nicaragua supondría una superposición con la plataforma continental de Colombia en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
El tribunal anunciará si acepta o rechaza la demanda de la nación centroamericana en una disputa que versa sobre un área marítima rica en recursos naturales y con gran abundancia de peces.
Por un lado, la Corte de La Haya deberá indicar si existen criterios en el derecho internacional consuetudinario (normas jurídicas no escritas pero basadas en las costumbres) que determinen el límite de la plataforma continental más allá de las 200 millas.
Por otro, deberá decidir si el derecho de un Estado a una plataforma continental extendida puede solaparse al espacio de 200 millas náuticas de otro Estado.
Se trata de la tercera demanda de Nicaragua contra Colombia en el marco de la disputa marítima.
Managua presentó la primera demanda ante la CIJ en 2001, que fue la resuelta en noviembre de 2012 cuando el tribunal le otorgó un área de aproximadamente 76.000 km2 en el mar Caribe.
La Corte se pronunció entonces sobre unos límites en el mar que recompusieron los que Colombia decía que se habían fijado en 1928 y que definían al meridiano 82 como la frontera marítima de ambos países.
Como resultado de ese fallo, miles de kilómetros de mar que Colombia consideraba como suyo desde 1928, a raíz del tratado Esguerra-Bárcenas firmado entonces, fueron entregados a Nicaragua.
El resultado de ese fallo fue considerado como una derrota sin precedentes desde la pérdida de Panamá en Colombia.
A raíz del dictamen de 2012, el gobierno colombiano se retiró del Pacto de Bogotá, un instrumento que precisamente reconoce la jurisdicción de la CIJ para este tipo de controversias.
Ese fallo internacional, que según indicó la Corte Constitucional de Colombia, en una sentencia de 2014, su país debe acatar, le arrancaba un trozo de su territorio de proporciones no vistas en más de un siglo.
La Corte definió en aquella ocasión que la isla de San Andrés y Providencia en efecto le pertenece a Colombia lo que para expertos, no obstante, no se trató de un consuelo pues nunca estuvo en duda esa soberanía sobre la tierra como si lo estaba frente al mar.
Con el fallo de la Corte, se ha mencionado, los raizales colombianos han visto en riesgo sus oportunidades de pescar en mares con abundancia de peces que según los límites establecidos ya no son de su país sino del vecino centroamericano.
La segunda demanda se deriva de ese fallo de 2012. En 2013, Nicaragua presentó otra demanda ante la CIJ para exigir que Colombia se abstuviera de violar los espacios marítimos que le había sido otorgados.
La Corte dictaminó en abril de 2022 que Colombia había violado "los derechos soberanos y jurisdiccionales" de Nicaragua.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que viajó este jueves 13 de julio a la isla de San Andrés junto con toda la cúpula de las Fuerzas Militares para recibir allí y pronunciarse frente al nuevo fallo que emitirá la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el litigio entre Colombia y Nicaragua.
Durante su intervención en la Feria Internacional Aeronáutica en Rionegro, Antioquia, el mandatario colombiano aseguró, en lo que muchos interpretaron como una advertencia previa al fallo, “que una nación defiende sus mares, defiende sus cielos, defiende sus tierras, dependiendo de su capacidad política y militar”.
“La capacidad política de una nación depende de su propio pueblo, de su unidad, de la fortaleza y calidad de la sociedad. No de una parte de la sociedad, sino de toda la sociedad. Y la capacidad militar de una nación depende de sus fuerzas militares, de sus instrumentos, de su capacitación. Mañana estarán a prueba”, aseguró.
Además, durante su discurso, el presidente Petro destacó la importancia de tener capacidad aérea y marítima para cuidar territorios que históricamente han pertenecido a Colombia.