Hoy en La Noche, la noticia está en Colombia, mientras el Senado dijo que NO, la Cámara dijo que SÍ. Tras nueve horas de debate, el martes, la Cámara de Representantes con 138 votos a favor y 19 en contra revivió la figura del servicio social.
¿Por qué decimos que revivió? Porque la plenaria del Senado ya lo había eliminado, previamente, con 40 votos a favor y 38 en contra.
Ese rechazo en el Senado a la implantación del “servicio social” fue promovido por la bancada opositora del partido Centro Democrático. Esta colectividad propuso la eliminación de los artículos 10 y 11 del proyecto de ley de paz total. Dichos artículos son los que crean el denominado servicio social para la paz y define las modalidades que este tendría.
Según indica el texto de la iniciativa, los jóvenes colombianos tendrán la posibilidad de escoger entre prestar servicio militar o servicio social para la paz. Este último tendría una duración de 12 meses, una remuneración como aplica hoy para el servicio militar, y podrá prestarse bajo alguna de estas opciones:
- 1. Servicio social para promover la alfabetización digital en zonas rurales o urbanas.
- 2. Servicio social para el trabajo con víctimas del conflicto armado y la promoción de sus derechos.
- 3. Servicio social para la refrendación y el cumplimiento de acuerdos de paz.
- 4. Servicio social para promover la política pública de paz, la reconciliación, la convivencia y la no estigmatización.
- 5. Servicio social para la protección de la naturaleza y la biodiversidad.
- 6. Servicio social para promover la paz étnico-territorial, respetando el derecho de autodeterminación, la autonomía, usos y costumbres de las comunidades étnicas.
Mientras continúa esta controversia del servicio social como alternativa al militar, en el Senado se llevó a cabo otro intenso debate sobre otro proyecto de ley que busca la eliminación del servicio militar obligatorio en Colombia. La iniciativa es de los congresistas Humberto de la Calle y Daniel Carvalho. Según explicó el senador De la Calle, el desmonte será gradual y se espera que al año 2030 se logre que la Fuerza Pública sea profesionalizada y así dar paso al servicio social para la paz. Con 60 votos contra 4, el proyecto superó hasta el momento el segundo de ocho debates necesarios para convertirse en ley.