Francia vivió una segunda noche de disturbios por la muerte de un adolescente a manos de la Policía
Francia vivió una segunda jornada de protestas y disturbios por la muerte de un adolescente de 17 años a manos de la Policía el pasado martes 27 de junio.
Nahel M. recibió un disparo en el pecho en el suburbio parisino de Nanterre tras negarse a detener su vehículo en un control de tránsito.
El hecho generó indignación en el país y reavivó el debate sobre las tácticas policiales implementadas en algunos casos.
Los manifestantes salieron nuevamente a las calles en distintas zonas del país para rechazar los hechos y exigir justicia para Nahel.
De acuerdo con los reportes, los manifestantes en París incendiaron autos durante la noche del miércoles 28 de junio. Además, lanzaron fuegos artificiales contra la Policía Antidisturbios, que respondió con proyectiles de flashball para dispersar las multitudes.
De acuerdo con el reporte oficial del Ministerio del Interior, la segunda noche de altercados deja 180 detenidos y 170 policías y gendarmes heridos.
Asimismo, las alteraciones en la vía pública dejaron comisarías, ayuntamientos y escuelas incendiadas.
Tras conocerse el balance, la primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, llamó este jueves a "evitar una escalada" de las protestas en el país.
"Hay que evitar evidentemente una escalada. Hay un drama, la justicia hace su trabajo", dijo a la prensa Borne durante una visita a Garges-lès-Gonesse (al norte de París), donde se incendió el ayuntamiento durante la pasada noche.
Por su parte, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció el despliegue de "cuatro veces más" de agentes: 40.000 en Francia el jueves por la noche.
El presidente Emmanuel Macron, a su turno, pidió calma y dijo que la violencia de las protestas era "injustificable".