Gobernadores de Táchira y Norte de Santander acuerdan luchar contra el crimen organizado que sigue lanzando amenazas
Entre el estado Táchira y el Norte de Santander está la frontera más viva de América Latina, que comparten Venezuela y Colombia y que en los últimos meses ha cobrado especial relevancia porque se levantaron los bloqueos de circulación.
Las fricciones pasadas entre Caracas y Bogotá han quedado superadas con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, y progresivamente se ha restablecido la circulación de cargas, peatones, escolares y turistas entre uno y otro país, especialmente en este corredor.
Sin embargo, como cada país, dividido por una línea imaginaria, tiene sus dinámicas distintas, controles, y realidades, la frontera es también un punto de irregularidades, violaciones de controles, microtráfico, narcotráfico, tráfico de mercancía y hasta de personas.
También es la salida más barata de Venezuela, que sigue registrando altos índices de migración por la crisis interna que ha dejado 25 años de gobernanza corrupta.
En este contexto, los gobernadores del estado venezolano Táchira Fredy Bernal y el gobernador del departamento colombiano de Norte de Santander William Villamizar participaron en el Primer encuentro binacional de gobernadores en Tienditas, en el lado venezolano.
Ambos se reunieron en la frontera común para abordar la creciente presencia de organizaciones criminales en los límites entre los dos países.
El encuentro tuvo lugar en el puente internacional Atanasio Girardot, que une al departamento de Norte de Santander con el estado Táchira.
Las bandas criminales han amenazado al alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo; a la comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Sandra Mora, y a decenas de líderes comunales de la zona.