Hackearon cuenta de Twitter a periodista venezolana tras polémico artículo sobre militares

Sebastiana Barráez

Hackearon cuenta de Twitter a periodista venezolana tras polémico artículo sobre militares

Hackearon cuenta de Twitter a periodista venezolana tras polémico artículo sobre militares
La periodista Sebastiana Barráez denunció que hackearon su cuenta tras publicar un artículo que explica cómo se encuentran recluidos los militares en la Dgcim

La periodista Sebastiana Barráez denunció que hackearon su cuenta en Twitter tras publicar un artículo que explica cómo se encuentran recluidos los militares detenidos en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

En este sentido, la comunicadora social abrió un nuevo usuario en la red social afirmando que dejará de usar el anterior.

En el artículo publicado en el portal “Punto de Corte”, la comunicadora social informa que numerosos militares se encuentran recluidos en un espacio de 2.75 x 2.75 del sótano del centro de la Dgcim llamado “El Tigrito”. 

“Aunque varios de los oficiales de Acciones Especiales denunciaron en el Tribunal, a cargo de la juez Mayor (Ej) Claudia Carolina Pérez de Mogollón, que fueron torturados en la Dgcim, a la mujer no le pareció importante el hecho, alegando que ella no tiene competencia para conocer de eso”, indicó Barráez.

La comunicadora social explicó que los únicos militares con derecho a ir al baño son los generales. “Ese es un preciado lujo”. Detalló que el resto es castigado y sometido a diversas torturas. “Deben hacer sus necesidades en las bolsas donde los familiares les llevan los alimentos, frente a los compañeros de celdas, en un ambiente putrefacto”.

A los militares los dejan bañarse solo una vez a la semana, no salen a recibir sol, las visitas son tres horas a la semana, las llamadas a los familiares son controladas. “Te quedan 30 segundos, te quedan 10, 5, 4,3 2, corte”, estos serían algunos de los métodos de torturas a los que son sometidos.

“A los militares no les permiten recibir libros, ni estampas religiosas. No les basta tenerlos presos. Al alto oficial Capitán de Corbeta Carlos Gustavo Macsotay Rauseo, y a 17 de los oficiales, lo dejaron atado durante tres días y con los ojos vendados, mientras le daban golpes por turnos. Luego de tres días, los encapucharon y los obligaron a firmar un documento que no saben qué contenía”, reseña.

“Ese sótano es, sin duda, un lugar para torturar y vejar la dignidad como ser humano de esos militares”, concluye la periodista.

Redacción NTN24 Venezuela

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