A un mes de que el Departamento de Inmigración Nacional tome una decisión sobre el futuro de los beneficiarios del estatus de protección temporal, conocido como TPS, funcionarios instaron a tener los documentos en regla.
Son días de incertidumbre para los hondureños amparados por el estatus de protección temporal (TPS), el beneficio que les permite vivir y trabajar de manera legal en Estados Unidos a 57.000 inmigrantes del país centroamericano desde el año 1999.
Mientras los hondureños preparan los trámites necesarios para lo peor funcionarios alertan sobre la amenaza del fraude migratorio.
El cónsul general de Honduras, Roberto Martínez, instó a sus connacionales no hacer caso a estafadores o abogados que prometen solucionar problemas de inmigración de alguna forma que no es la correcta.
La administración Trump anunció en 2017 que no renovará el TPS a los ciudadanos de Sudan, Nicaragua, Haití y El Salvador tras una extensión final de 18 meses.
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