El huracán Florence, que bajó a categoría 3, se debilitó este miércoles al bajar sus vientos máximos sostenidos a 125 millas por hora (205 km/h) en su avance hacia Las Carolinas, en la costa sureste de EE.UU., adonde llegará el viernes.
En el más reciente boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) se advirtió que, no obstante, las dimensiones de Florence "han aumentado" y mantiene su potencial de "marejadas ciclónicas y lluvias que ponen en peligro la vida humana" en amplias zonas de la costa sureste estadounidense.
El portavoz de la agencia FEMA, Daniel Llargas, hizo un llamado a quienes han recibido la orden de evacuar para que “hagan caso y si tienen que evacuar o desalojar el área donde viven que lo hagan. Va a llegar un punto después de que la tormenta empiece a tocar tierra donde ya no vamos a poder mandar rescatistas, gente para que los saque a un lugar seguro”.
También explicó que “el centro nacional de operaciones de coordinación de FEMA está activado a nivel 1, lo que significa que esta es la emergencia más grande que podamos tener en Estados Unidos y estamos operando 24 horas al día identificando necesidades y en qué podemos ayudar al estado para responder a este gran huracán”.
Según un probable patrón de trayectoria del NHC, el vórtice de Florence se moverá este miércoles por el suroeste del Atlántico, entre Bermudas y las Bahamas, y se acercará a la costa de Carolina del Norte y Carolina del Sur el viernes.
Pablo Santos, director del Servicio de Meteorología de Miami, explicó que se espera que el huracán arribe a las costas con mayor fuerza. Según el experto los dos peligros -a corto plazo- son: los fuertes vientos y la marejada ciclónica.
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