Israel conmemora el primer aniversario de los ataques de Hamás con sentidos homenajes a las más de 1.200 víctimas
Cientos de israelíes se congregaron este domingo y lunes en Tel Aviv y Jerusalén para empezar a conmemorar a las más de 1.200 víctimas que dejaron los ataques del grupo terrorista Hamás, acontecidos el 7 de octubre de 2023, contra su territorio.
Los israelíes se pronunciaron con velas, rezos y música, en la víspera del primer aniversario del sangriento ataque que desencadenó la guerra en Gaza.
Una ceremonia tuvo lugar el Tel Aviv. Se organizó en una sala de conciertos en homenaje a las víctimas del festival de música Nova, una cita en la que participaron cerca de 3.000 personas a unos kilómetros de la Franja de Gaza.
Combatientes de Hamás, cabe recordar, atacaron el lugar el 7 de octubre de 2023 y mataron, solo en ese lugar, a al menos 370 personas durante el asalto, según datos oficiales israelíes.
Las fotos de las víctimas fueron proyectadas en una pantalla mientras que los participantes prendías velas, escribían mensajes o se abrazaban en silencio.
"Venir a este acto un año después de esta terrible masacre que ocurrió el 7 de octubre, es muy conmovedor, es muy sobrecogedor", afirmó Solly Laniado, uno de los organizadores del evento, a la prensa internacional.
Omri Sasi, de 35 años y uno de los productores del festival Nova que sobrevivió al ataque, mencionó que ese día perdió cerca de 50 amigos, incluido un tío, una prima embarazada y su marido.
El festival, de dos días, se celebró en los campos de los alrededores del kibutz Reim, en el desierto del Néguev, en el sur de Israel.
Imágenes grabadas por los propios milicianos de Hamás mostraron cómo los combatientes dispararon contra la multitud que trataba de huir y cómo algunos de ellos eran secuestrados.
Tras el ataque, el lugar quedó prácticamente intacto, con decenas de vehículos calcinados y tiendas de campaña abandonadas, sacos de dormir y ropa esparcidos por el campo.
El 7 de octubre, comandos de Hamás infiltrados desde Gaza entraron en el sur de Israel, utilizando explosivos y excavadoras para cruzar la barrera que separa el territorio palestino de Israel, y mataron indiscriminadamente en kibutz, bases militares y en el lugar donde se celebraba Nova.
El ataque dejó 1.205 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes. Hamás también secuestró ese día a 251 personas, de las cuales 97 siguen cautivas en Gaza y 37 de ellas habrían muerto, según el Ejército.
En las horas siguientes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que Israel estaba "en guerra" y que el objetivo era destruir a Hamás, en el poder en Gaza desde 2007.
La ofensiva israelí en la Franja ha causado por el momento 41.870 muertos, según las últimas cifras del Ministerio de Salud del territorio palestino, cuyos datos son considerados fiables por la ONU.
Los homenajes se dan menos de una semana después de un ataque de Irán con más de 200 misiles lanzados por Irán contra territorio israelí en respuesta a las muertes del jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, en Beirut y del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán.