Las recomendaciones para los migrantes ante el anuncio de Estados Unidos de no renovar el parole humanitario
La administración de Joe Biden anunció que no permitirá que migrantes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela renueven el parole humanitario.
El Departamento de Seguridad Nacional notificó a través de una actualización en su página web a los beneficiarios, instándolos a postularse al asilo, el TPS o a abandonar Estados Unidos.
Para hablar de este tema se conectó en La Tarde de NTN24 Jesús Reyes, abogado de inmigración, quien señaló que el hecho de que no se renueve el parole humanitario “no quiere decir que no puedan buscar otras alternativas legales para quedarse en el país”.
“Sabemos que hay varios grupos que están tratando que haya una extensión del parole humanitario, sin embargo, queremos decirles que no es el único programa que existe, hay otras alternativas legales”, aseveró el invitado.
“El consejo es que quienes estén cubiertos por el parole humanitario busquen otras alternativas legales para poder extender su estatus migratorio en Estados Unidos”, enfatizó Reyes.
Para regularizar su situación, los naturales de esos países tienen varias opciones.
Los venezolanos que llegaron antes del 31 de julio de 2023 y los haitianos que se encuentren en el país desde antes del 3 de junio de 2024 pueden pedir un amparo migratorio que les otorga permiso de residencia y trabajo, conocido como Estatus de Protección Temporal (TPS).
Los nicaragüenses no pueden acogerse a este amparo migratorio. Muchos se verán obligados a solicitar asilo.
Pero se trata de un procedimiento largo y más complejo puesto que deberán superar la llamada entrevista de miedo creíble, en la que los funcionarios evalúan si existe una posibilidad de que la persona sea perseguida o torturada si regresa a su país.
Existen otras vías legales como la reunificación familiar o las visas de trabajo, pero también requieren cumplir condiciones específicas.
Los cubanos pueden pedir la residencia permanente si llevan un año y un día en Estados Unidos gracias a la Ley de Ajuste Cubano de 1996.