Mariela Fuentes, una joven madre hondureña quien, en medio de la desesperación, emprendió junto a su hijo de 6 años un viaje incierto de 17 días a Estados Unidos, ahora se encuentra librando otra dura batalla, esta vez con las autoridades migratorias estadounidenses.
Fuentes narró cómo fue la dura y peligrosa travesía por la que tuvo que pasar para llegar a la Unión Americana, el cruce del río Bravo era uno de los grandes temores de Mariela, ya que a toda la tragedia se sumaba otro ingrediente, el no saber nadar.
A la hondureña le fue puesto un grillete electrónico que le permite a las autoridades migratorias conocer la ubicación de su portador, mientras se adelanta el proceso de deportación.
“Me siento muy mal porque nuevamente me pusieron el grillete, el temor que yo sentía se hizo realidad, pero ellos lo que necesitan es mi pasaporte para quitármelo nuevamente, pero eso es como estar firmando mi deportación”, dijo Mariela luego de tener una cita en la oficina de Inmigración.