México logró vender lujoso avión presidencial tras cuatro años: ¿en cuánto se vendió?
Cuatro años tuvieron que pasar para que México pudiera vender su antiguo avión presidencial, en un proceso que se convirtió en un viacrucis para el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien durante su campaña presidencial en 2018 prometió su venta.
Así lo anunció el propio AMLO en un video desde la aeronave, publicado en sus redes sociales.
"Después de mucho tiempo se logró vender este avión", dijo el mandatario.
El jefe de Estado dijo, además, que si bien nunca lo utilizó, el haberlo hecho le habría generado vergüenza.
El comprador fue el gobierno de Tayikistán, país asiático que pagó una millonada por hacerse con el avión.
"Nunca lo usamos nosotros, pero me hubiese dado pena, lo digo sinceramente, utilizar este avión", manifestó.
Además, señaló que el mantenimiento de la aeronave era costoso, lo que "contradice la austeridad republicana", uno de los pilares de su Gobierno.
¿En cuánto se vendió el lujoso avión presidencial?
La venta se selló por 1.659 millones de pesos (92 millones de dólares), una cifra acorde con el avalúo oficial. La operación se realizó entre el banco de desarrollo Banobras y el comité estatal de inversiones de Tayikistán, según informó el director del banco, Jorge Mendoza.
"Ya la transacción está cerrada, ya recibimos los recursos en su totalidad", agregó Mendoza, quien a su vez señaló que el gobierno de Tayikistán tiene aproximadamente 10 días a partir de este jueves para llevarse la aeronave.
El jefe de estado mexicano recordó que el Boeing Dreamliner 787-8 fue adquirido hacia el final de la gestión del expresidente Felipe Calderón (2006-2012) y finalmente entregado durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien fue el único presidente en utilizarlo en sus giras internacionales.
"Es importante que se conozca cómo se pensaba antes, cómo actuaban las autoridades, como pequeños faraones, eso ya no se debe de permitir", agregó.
AMLO dio a conocer que el dinero de la venta se utilizará para construir dos hospitales en las localidades sureñas de Tlapa (estado de Guerrero) y Tuxtepec (Oaxaca), dos de las zonas más pobres de México.