Por unanimidad el Tribunal Supremo de Reino Unido obliga a la pareja Owens a permanecer casados hasta el año 2020, ya que no existe una causal que ayude a la mujer a divorciarse sin el consentimiento de su conyugue.
Los únicos motivos que permiten la separación entre las parejas casadas según la ley de Reino Unido, son el adulterio, el comportamiento irrazonable, la deserción, o vivir separados durante cinco años.
Aunque la señora owens contempló la posibilidad de separarse en el año 2012, fue hasta el año 2015 que tomó la decisión de abandonar su hogar. Su esposo Hugh Owens, niega el argumento de su pareja, cuando ésta dice que "estaba roto y sin amor".
Por otra parte, especialistas consultados por medios de comunicación de este país hacen un llamado al parlamento para actualizar la ley de divorcio vigente.
Redacción club de prensa.