Los gobiernos fundamentalistas islámicos libran una lucha constante contra las presuntas amenazas que produce la vida secular, incluyendo el baile.
En Irán y Arabia Saudita, los gobiernos fundamentalistas islámicos libran una lucha constante contra las presuntas amenazas que produce la vida secular. Y han llegado a extremos realmente absurdos para derrotar a un contagioso, universal y rítmico “enemigo”: el baile.