Ola de calor pone en peligro a los animales de zoológicos en Florida
Al menos 180 millones de personas en Estados Unidos continúan bajo alertas debido a la ola de calor que mantiene altos picos de temperatura registrados en el Atlántico Medio y el Noreste.
En el caso de Miami, en diferentes zonas de la denominada “ciudad del sol”, las autoridades han instalado avisos de calor para que turistas y residentes tomen sus respectivas previsiones.
Estas advertencias anticipan índices extremos de calor y adelantan que la temperatura en esta región podría superar los 40°C.
El Centro de Predicción Meteorológica de la Unión Americana, por su parte, sostiene que “algunas localidades del Noreste y del Atlántico Medio podrían experimentar sus temperaturas más cálidas en lo que va de 2023”.
“El calor peligroso envolverá gran parte de la mitad este de Estados Unidos, mientras que el Medio Oeste y el Noreste tendrán un clima más llevadero en materia estacional durante el resto de semana”, indicó la instancia.
Aparte de las personas, los animales también pueden sufrir ciertos contratiempos relacionados a su salud debido a la ola de calor, por ello, los colaboradores del Zoológico de Miami se encuentran asistiendo a las distintas especies para que estas puedan salir ilesas de la actual cálida temporada.
Para evitar que los animales sufran el calor intenso, los trabajadores de este espacio para la recreación usan varios métodos.
Ron Magill, director de Comunicaciones de Zoo Miami, conversó con El Infomativo de NTN24 sobre el asunto.
“Tenemos días que son bien fuertes, pero nunca tantos días seguidos. Los animales vienen de climas tropicales y están acostumbrados, pero no por tantos días consecutivos”, dijo el reconocido cuidador.
“Les damos agua, hielo, duchas, varias cosas para mantenerlos. Muchos de los animales están acostados en la sombra sin hacer actividades físicas”, agregó.
¿Cómo afecta la ola de calor a los animales?
El calor extremo afecta a la fauna silvestre. Entre otras cosas, este fenómeno climático hace que los animales se reproduzcan menos y que se reduzca el tamaño de sus poblaciones. Esto significa que la frecuencia mayor de picos de temperatura supone una amenaza sustancial para la biodiversidad.