"Pasé a ser el ‘man de los chorizos’ que vive en París", la inspiradora historia de un abogado colombiano radicado en Francia
En Francia, la gastronomía se caracteriza por la variedad fruto de la diversidad regional, así como por el refinamiento. Desde el 16 de noviembre de 2010, está incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Como tal, la comida típica de la nación gala envuelve una verdadera ceremonia, dada la sucesión de rituales inmutables en un contexto de conversación permanente, comenzando con un aperitivo y terminando con un digestivo. Entre los dos hay al menos cuatro platos, es decir, una entrada, un plato principal con pescado y / o carne, queso y postre.
La cocina del sureste, por ejemplo, se sirve con aceitunas, finas hierbas y tomate; la cocina del norte se sirve con papa, carne de cerdo; mientras la cocina del este se sirve con tocino, salchichas, combinado con un maridaje de cerveza local.
Asimismo, en Francia la gran mayoría de la población come tres veces al día (salvo en el caso de los niños, que tienen por costumbre merendar después del colegio). Lo cierto es que el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena sirven para compartir y convivir con amigos y familiares. De hecho, según un reciente estudio, solo al 20 % de los franceses les gusta comer en solitario.
Más allá de las costumbres, durante los últimos años Francia ha experimentado, producto de la migración, una transformación culinaria.
En las principales ciudades de dicho país, desde la comida mediterránea, hasta la comida asiática hacen parte de las opciones gastronómicas que tanto franceses como turistas pueden disfrutar.
En el programa Líderes de NTN24 viajamos hasta París para conocer la historia de Juan David Castillo, abogado colombiano de 40 años de edad que dejó su tierra y se reinventó a través de un emprendimiento ligado a la gastronomía de su país (Colombia).
Castillo, creador de la marca ‘el man de los chorizos’, ha logrado abrirse paso en la gastronomía europea.
“Juan David era una persona totalmente diferente, a mí la vida me transformó en otra persona. Me gusta decir que uno muere varias veces en la vida, yo he muerto varias veces en la vida, antes de ser ‘el man de los chorizos’ era una persona diferente, yo soy abogado, pero hice una reconversión profesional”, expresó Castillo.
“En Colombia todo el mundo se siente obligado a estudiar, yo estudié. Uno se va encarretando, se va consiguiendo buenos salarios, es una vida que te va llevando e hipnotizando. Tras una decepción amorosa y varias decisiones, empecé a sentirme incómodo en Colombia. Después terminé estudiando inglés en Australia, ese fue mi primer gran hito”, acotó.
No obstante, la historia con sabor criollo no termina ahí, pues Castillo pasó de vender seis paquetes del producto que comercializa a la semana a vender más de mil; proyecto que además se ha convertido en una red de ayuda social.
“Mi invitación es que la gente salga a descubrir el mundo, a descubrir a las personas, tantas religiones, modos de pensamiento. Eso dará una información valiosa para aquellos que quieren ser empresarios”, agregó el entrevistado.