#Perfil | Soleimani, el hombre considerado como el brazo armado y oculto en favor de Irán
Qassem Soleimani es conocido como el hombre más temido en el Medio Oriente por su participación en la guerra entre Irán e Irak cuando comandó una de las divisiones del Ejército Iraní. Tras su muerte se ha generado dudas sobre quién era y por qué era considerado como un brazo armado y oculto en favor de los intereses de Irán.
En 1979 Soleimani se unió a la Guardia Revolucionaria Islámica en la cual logró destacarse pese a su falta de formación militar, sin embargo, esto cambió cuando participó en el aplastamiento de una rebelión kurda en el norte de Irán.
Tiempo después fue ascendido a teniente y lideró una unidad de la Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) en su providencia natal Kerman.
En 1980 participó en la guerra contra Irak en la que comandó dos batallones de Kerman, luego de esto formó una nueva brigada de fuerzas que hoy en día se conoce como la División ‘41 de Saralá’.
Debido a su constante presencia en distintas operaciones de guerra debido a la explosión de un proyectil mortero resultó gravemente herido, además, recibió el alias de ‘el ladrón de las cabras’.
Fue el responsable en 1983 de ejecutar uno de los mayores ataques de Beirut en el que murieron 241 infantes de la marina de Estados Unidos y 58 paracaidistas franceses por un camión bomba.
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En 1997, a sus 32 años, fue nombrado por Alí Hoseiní Jameneí en Teherán comandante de las Fuerzas Quds del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución.
Soleimani fue participe en la entrega de la carta al expresidente reformista iraní Mohamad Jatamí en la que le pedían cese de las protestas estudiantiles contra la línea dura la República Islámica que tuvieron lugar en 1999.
Siendo comandante de las fuerzas Quds, Soleimani sobresalió por el fortalecimiento de Hizbulah y de los grupos militantes palestinos, los cuales incluye la guerra de Hizbulah en Líbano contra Israel en 2006 y en el enfrentamiento de Hamas en la franja de Gaza con el Ejército israelí en 2009.
A principios de 2011 fue nombrado general de división por Jameneí y su primer reto fue combatir el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra. Su lucha dio frutos pues pudo derrotar al EI y el Frente al Nusra en Irak y Siria, logro que evitó la caída de los Gobiernos de Bagdad y Damasco.
La Guardia Revolucionaria Iraní en octubre de 2019 confirmó que había logrado frustrar un complot extranjero para asesinar a Soleimani haciendo una idea del papel importante que jugaba el comandante especialmente desde la ruptura con el acuerdo nuclear por Estados Unidos, decisión que ha agravado la tensión en la región.
‘Comandante fantasma’, ‘general internacional’ y 'el más poderoso de Oriente Medio’ eran alguno de los alias que tanto sus detractores como admiradores le pusieron.