Perú despide con honores de Estado al expresidente Alberto Fujimori y decreta tres días de duelo nacional
Perú despide con honores de Estado a Alberto Fujimori, excarcelado en diciembre mediante un indulto humanitario y quien falleció este miércoles a los 86 años en su vivienda en Lima donde se recuperaba de un tratamiento contra el cáncer de lengua.
Después de haber renunciado al poder desde el exilio, el líder de derecha de origen japonés, pero conocido popularmente como 'El Chino', sumaba tantos seguidores como detractores.
Frente a la casa donde falleció, la Policía desplegó este jueves un cordón de vigilancia, donde decenas de seguidores esperaron la salida del féretro que fue conducido en hombros hacia el coche fúnebre en medio de cantos de apoyo.
Los restos de Fujimori serán velados en la sede del Ministerio de Cultura, conocido antes como el Museo de la Nación.
El gobierno decretó tres días de duelo hasta el sábado, cuando se cumplirá el sepelio, y anunció honras fúnebres de Estado.
Hasta el final de sus días, y pese a su deteriorada salud, Fujimori estuvo muy presente en la opinión pública tanto por sus problemas con la justicia, como por la influencia de sus ideas en un importante segmento de los peruanos.
En julio su hija Keiko insinuó que su padre sería candidato en las elecciones generales de 2026, tras haber recobrado la libertad en diciembre.
Alberto Fujimori fue excarcelado mediante un indulto humanitario cuando cumplía una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad.
Pasó 16 años preso alegando siempre inocencia. Había sido sentenciado por secuestro, desaparición forzada y homicidio, entre otras violaciones de derechos humanos perpetradas por agentes del Estado en su combate a los grupos de ultraizquierda.
El conflicto interno o "guerra contra el terrorismo", como se denominó oficialmente, dejó más de 69.000 muertos y 21.000 desaparecidos en el período 1980-2000, la gran mayoría civiles, según una comisión de la verdad.
Fujimori fue encontrado responsable en los casos de Barrios Altos y La Cantuta, donde 25 personas fueron ejecutadas a sangre fría por un escuadrón militar en 1991.
Además de la lucha frontal contra las guerrillas, el periodo de Fujimori estuvo marcado por la disolución del Congreso en 1992. Entonces, convocó a una asamblea para reformar la Constitución a su medida, lo que le permitió alcanzar la reelección en 1995 y 2000.
Durante su segundo mandato, se produjo la toma de la embajada en Japón por parte del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Después de 122 días de crisis, Fujimori ordenó la retoma de la sede.
La operación se saldó con la muerte de los 14 asaltantes, un rehén y dos militares.
Este jueves el jefe de gabinete del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, señaló que su país "nunca olvidará los esfuerzos hechos por el expresidente Fujimori" en el rescate de rehenes.
En noviembre de 2000, frente a crecientes acusaciones de corrupción y violaciones de los derechos humanos, huyó a Japón, donde estuvo cinco años antes de viajar a Chile. En 2007 regresó a Perú extraditado por autoridades chilenas.