Pompeo segura que Estados Unidos no busca una guerra con Irán

El secretario de Estado norteamericano, Michael Pompeo, dijo el martes que su país no está buscando una guerra con Irán, a pesar de un aumento en las tensiones que ha provocado que el Pentágono haya enviado bombarderos con capacidad nuclear a la región.

Los comentarios de Pompeo se produjeron durante su primera visita oficial a Rusia, un patrocinador clave de Teherán, que culpó a la crisis actual de la decisión de Washington de retirarse del acuerdo nuclear con Irán, informó AFP. 

"Fundamentalmente, no buscamos una guerra con Irán", dijo Pompeo en una conferencia de prensa conjunta luego de las conversaciones con su homólogo ruso Sergei Lavrov en la ciudad turística de Sochi en el Mar Negro. 

Pero agregó: "También hemos dejado en claro a los iraníes que si se atacan los intereses estadounidenses, sin duda responderemos de una manera apropiada".

"Estamos buscando que Irán se comporte como un país normal", dijo Pompeo, señalando en parte el respaldo de Teherán a los rebeldes Huthi en Yemen, que están bajo el ataque de un aliado de Estados Unidos, Arabia Saudita.

Los rebeldes Huthi "están lanzando misiles hacia áreas donde viajan rusos y estadounidenses. Estos misiles podrían matar fácilmente a un ruso o un estadounidense", dijo Pompeo.

Por su parte, Lavrov dijo que Moscú trabajaría "para garantizar que esta situación no descienda a un escenario militar".

"Espero que la razón triunfe", dijo Lavrov, y agregó que esperaba que los informes en los medios estadounidenses de que el presidente Donald Trump planea enviar 120.000 soldados para contrarrestar a Irán resulten estar equivocados.

El propio Trump rechazó el informe del New York Times y dijo que eran "noticias falsas", pero no descartó desplegar "mucho más" soldados en el futuro.

- Campaña de 'máxima presión' de Estados Unidos contra Irán - 
Pompeo estaba programado para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, en su residencia en Sochi más tarde en la noche, para las conversaciones bilaterales de más alto nivel de los países en casi un año.

El martes, el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, criticó lo que llamó la campaña de "máxima presión" de Washington sobre Irán, diciendo que solo conduciría a Teherán a un rincón.

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Washington el año pasado se retiró de un acuerdo nuclear respaldado por Europa, Rusia y China, que frenó las ambiciones nucleares de Irán a cambio de un alivio de las sanciones. 

Desde entonces, ha impuesto amplias sanciones a Irán en un esfuerzo total para reducir la influencia regional de Teherán.

Los Estados Unidos han incrementado la presión recientemente, desplegando un grupo de ataque de portaaviones y bombarderos con capacidad nuclear para contrarrestar vagamente las amenazas de Irán.

Los inspectores de la ONU han dicho que Irán está cumpliendo con el acuerdo, y la semana pasada Moscú denunció nuevas sanciones estadounidenses sobre la industria minera del país y pidió nuevas conversaciones para salvar el acuerdo nuclear.

- Desacuerdos sobre la intromisión, Venezuela -
Al entrar en las conversaciones de Sochi, Pompeo y Lavrov dijeron que querían ver cómo mejoraban los lazos entre Washington y los Estados Unidos. 

Pero la pareja tuvo poco que ponerse de acuerdo en sus declaraciones a la prensa unas tres horas más tarde.

Pompeo advirtió a Rusia que no se entrometa en las elecciones presidenciales de EE. UU. El próximo año, y pide a Moscú que "demuestre que este tipo de actividades son cosa del pasado".

Sin embargo, Lavrov repitió las negaciones de injerencia de Moscú y dijo que era "ficción absoluta" que Rusia se había aliado con la campaña de Trump.

El intercambio sigue a la publicación del informe Mueller, que encontró que Rusia interfirió en las elecciones estadounidenses de 2016, pero no concluyó que la campaña de Trump se confabuló con Moscú.

Mientras tanto, Pompeo dijo que había instado a Lavrov a que pusiera fin al apoyo de Rusia al presidente venezolano, Nicolás Maduro. 

Pero Lavrov rechazó de plano la solicitud y denunció las "amenazas" estadounidenses y de la oposición contra el gobierno de Maduro.

Las conversaciones también abordaron el control de armas y el conflicto en Siria, en el que Rusia y Estados Unidos apoyan a las partes opuestas.

La administración estadounidense ha mantenido una campaña de presión que incluye sanciones a Rusia por la presunta intervención electoral y el apoyo de Moscú a los separatistas armados en Ucrania.

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