Durante las marchas que se presentaron en Francia el primero de mayo, Alexandre Benalla, guardaespaldas del presidente Emmanuel Macron agredió físicamente a manifestantes, lo cual ha provocado la crisis más aguda que ha enfrentado el mandatario desde que asumió el cargo el 14 de mayo de 2017.
Tres agentes de policía que ayudaron a Benalla en la recuperación de los videos de cámaras de vigilancia del lugar, también tuvieron que presentarse ante el juez, siendo acusados por apropiación indebida de las imágenes y violación del secreto profesional.
El palacio del Elíseo, sede del trabajo de Alexandre Benalla no se ha pronunciado ante la situación. Por su parte, Macron ordenó a Alexis Kohler, secretario general, reorganizar la oficina privada para evitar que vuelvan a ocurrir casos como este. Manifestando también que el comportamiento de su guardaespaldas es inaceptable, y que no permitiría la idea de que alguien cerca de su entorno pase por encima de la ley.
Redacción Club de Prensa.