¿Qué impacto dejó el estallido social de 2018, que llegó a su quinto aniversario, en los nicaragüenses?
Hace cinco años (2018) los nicaragüenses intentaron, mediante manifestaciones, alzar su voz para llevar un mensaje a la comunidad internacional sobre la crisis económica y la falta de democracia ejercida por el régimen de Daniel Ortega.
En aquel momento, gran parte de la sociedad civil no comulgó con las explicaciones de Ortega respecto a las “bondades de la reforma a la seguridad social”, promovida por el régimen.
Básicamente, el decreto de la dirigencia sandinista se tradujo en que los empleados y el sector empresarial tenían que hacer más aportes, situación que llevó a cientos de miles de trabajadores a salir a las calles.
Aunque las movilizaciones pedían a gritos más participación de las Fuerzas del Estado para presionar al régimen nicaragüense y garantizar el orden público, la gran mayoría de los uniformados decidieron estar del lado de la dictadura.
A las movilizaciones se unieron miles de estudiantes y catedráticos. No obstante, las riñas impulsadas por los bloques de seguridad afines al régimen dejaron al menos 400 muertos a lo largo y ancho del territorio nacional.
Las protestas, se prolongaron por varios meses y se tornaron violentas. Debido a esto, tanto Estados Unidos como la Unión Europea, denunciaron como ilegítimo al “gobierno nicaragüense”.
Aunque el 22 de abril de 2018 Ortega revocó las reformas al Seguro Social que originaron las protestas, estas continuaron, pero con el paso de los días desapareció, dada la fuerte represión y persecución del régimen.
Lo ocurrido fue condenado por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Grupo Internacional de Expertos Independientes.
En entrevista con el programa La Mañana de NTN24 José Antonio Peraza, politólogo, analizó el estallido social registrado hace cinco años en Nicaragua.
“Estamos en la ruta correcta, pero el país no tiene futuro si no resolvemos el tema de la dictadura. No es una opción quedarnos de brazos cruzados viendo cómo la dictadura gobierna de manera autoritaria”, expresó el invitado.
Según sostienen opositores nicaragüenses, “altos funcionarios de autoridades como la Fiscalía, Ejército y Policía Nacional, se han desnaturalizado para garantizar la seguridad del régimen Ortega - Murillo con el fin de sacar provecho económico”.