En La Noche, la noticia está en Colombia, y es la Resolución de conclusiones que emitió la Jurisdicción Especial para la Paz-JEP, que sugiere, que recomienda, el tipo y el tiempo de las sanciones que tendrían que cumplir los ex-cabecillas de las FARC por los secuestros cometidos durante décadas de accionar criminal. La decisión coincidió en fecha con los seis años de la firma del Acuerdo del Teatro Colón de Bogotá: el Acuerdo de Paz negociado en La Habana entre el entonces gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y las FARC.
Vea aquí la primera resolución de conclusiones de la JEP en Colombia para las FARC ⬇️
La primera resolución de conclusiones que profiere la sala de reconocimiento de verdad, de responsabilidad y de determinación de los hechos y conductas, de la JEP, dentro de los procesos abiertos a los exjefes de las Farc, corresponde al Caso No.01 que recordemos, esta jurisdicción denominó “Toma de rehenes, graves privaciones de la libertad y otros crímenes concurrentes cometidos por las FARC-EP”
Según la Sala de Reconocimiento de la JEP, los máximos exjefes de las FARC han aportado suficiente verdad y reconocimiento para hacerse acreedores al beneficio de la sanción propia y tras analizar varias peticiones y sugerencias, el tribunal emitió sanciones que van entre 5 y 8 años, pero que no contemplan medidas privativas de la libertad.
A juicio, de la excandidata presidencial en Colombia y víctima del flagelo del secuestro de las antiguas FARC, Ingrid Betancourt, aseguró que estas sanciones “son penas simbólicas, para crímenes graves"
¿A quiénes cobija la propuesta de sanciones de la JEP?
En exclusiva para el programa La Noche, tras la decisión que emitió la Jurisdicción Especial para la Paz-JEP, Juan Camilo Sanclemente, representante legal algunas de las familias de los 12 diputados secuestrados por las extintas Farc, anunció que las víctimas que representa se apartarán de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y acudirán a tribunales internacionales.
Recordemos que los 12 diputados del Valle del Cauca, fueron secuestrados en abril del 2002 en el Cali y fueron asesinados tras ser confundidos con el Ejército, exceptuando a Sigifredo López, quién fue el único que quedó con vida.