¿Qué pasará con el proceso en contra de Alberto Fujimori y el Estado por esterilizaciones forzadas en Perú?
La muerte del expresidente Alberto Fujimori en Perú dejó muchas preguntas en torno a los casos legales que enfrentaba, como el que fue abierto por las esterilizaciones forzadas practicadas a miles de mujeres pobres, en su mayoría indígenas.
Al respecto, Esteban Madrigal, asesor legal senior del Centro de Derechos Reproductivos, quien ha representado a las víctimas indígenas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, habló en La Mañana de NTN24 sobre el proceso.
“Este es un caso que se encuentra actualmente ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y que representamos desde Centro de Derechos Reproductivos, pero también desde el Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Demus) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional”, indicó.
Según Madrigal, el caso se relaciona concretamente con los hechos de Celia Ramos, una mujer que fue víctima de esterilizaciones forzadas y que falleció como consecuencia de la negligencia en un procedimiento.
“Ella representa a más de dos mil mujeres víctimas de esterilizaciones forzadas bajo el régimen de Alberto Fujimori. Estas más de dos mil mujeres fueron esterilizadas forzadamente y se trataba de una política institucional hacia mujeres indígenas y campesinas de poblaciones rurales en condiciones de pobreza”, agregó.
En cuanto a lo que sigue para el caso luego de la reciente muerte de Fujimori, el invitado señaló que “sigue avanzando fuertemente ante la Corte Interamericana”.
“Lo que se busca con este caso es obtener justicia, que se reconozca la verdad de los hechos: Que el Estado durante la época del régimen de Fujimori incumplió sus obligaciones internacionales y cometió graves violaciones y crímenes de lesa humanidad contra estas mujeres (...) Por lo tanto debe responder mediante una reparación integral hacia todas estas mujeres”, puntualizó.
Finalmente, aseveró que el caso contra el Estado peruano también busca establecer las responsabilidades, no solo la de Alberto Fujimori sino la de otras personas involucradas que catalogó como “altos mandos”.