Reciben al papa Francisco en Lisboa con una valla que hace referencia a los abusos sexuales en la Iglesia católica
Este miércoles se desarrolla la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, Portugal, evento que protagonizan tanto el papa Francisco como distintas organizaciones internacionales que ejercen los valores de la Iglesia católica.
Conforme al encuentro, un movimiento independiente aprovechó la visita del sumo pontífice para instalar una valla que visibiliza los casos abuso sexual, mismos que han perseguido al Vaticano por varias décadas.
La pancarta fue colocada en la Avenida Almirante Reis, uno de los puntos viales más concurridos de la capital portuguesa.
En cuanto al escrito de la valla destaca: “Son más de 4.800 niños abusados por la Iglesia católica en Portugal”.
El 13 de febrero del año en curso, una comisión de investigación reveló que miembros del clero católico portugués abusaron de casi 5.000 menores desde 1950. La indagación fue encargada en 2021 por la iglesia de Portugal y fue publicada tras escuchar a cientos de víctimas.
Según el psiquiatra Pedro Strecht, quien encabezó la investigación, "los testimonios permitieron establecer una red de víctimas de al menos 4.815" menores abusados.
"Ahora es difícil que todo siga igual en lo que respecta a la violencia sexual contra menores en Portugal y a la toma de conciencia de su impacto traumático", acotó el profesional de la salud mental.
El grupo de investigadores, conformado por seis expertos, expuso durante dos horas las enseñanzas de los 512 testimonios validados, así como sus investigaciones en los archivos de la iglesia y de sus entrevistas con sus altos responsables de la jerarquía.
Para el presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), el obispo de Leiria-Fátima José Ornelas, “el informe publicado revela una realidad dura y trágica”.
Para mantener el orden y proteger la integridad física de los asistentes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, las autoridades instalaron un punto de atención contra robos, agresiones, intolerancia religiosa o violencia sexual.
La innovadora medida hace parte del protocolo diseñado por la Fundación JMJ Lisboa 2023 y la Asociación Portuguesa de Apoyo a la Víctima (APAV) para "prevenir y apoyar" a quienes sufran un delito durante el macro evento católico.