La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó los recientes ciberataques contra las páginas web del diario La Prensa y la revista Confidencial de Nicaragua, a la vez que exigió que se investiguen con urgencia los actos de censura contra otros medios de comunicación, así como el asesinato del periodista Ángel Gahona.
El presidente de la SIP, Gustavo Mohme, deploró "otro acto más de censura y represión contra quienes disienten y manifiestan su punto de vista a través de distintas formas de expresión, ya sea mediante plataformas digitales, medios tradicionales o manifestaciones públicas" y agregó que "en este caso, no solo se trata de un ataque contra medios, sino de una arremetida contra la libertad de prensa en Nicaragua".
Los portales digitales de La Prensa y Confidencial sufrieron el lunes 23 de abril ataques de denegación de distribución de servicio (DDoS, por sus siglas en inglés), inhabilitando el servicio de conexión de internet de Confidencial durante siete horas, mientras que en el caso de La Prensa sus expertos de informática lograron detectarlo a tiempo y evitar el colapso del portal.
Los ataques DDoSse realiza mediante la manipulación de decenas de miles de usuarios falsos que bloquean el ingreso al sitio de usuarios verdaderos.
Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, expresó que "esta nueva agresión, que aparenta provenir de sectores intolerantes a la crítica independiente al discurso del gobierno, confirma la proliferación del autoritarismo y las restricciones a la libertad de expresión del oficialismo que hemos denunciado".
La SIP recordó que el pasado 21 de abril fue asesinado el periodista Ángel Gahona mientras trasmitía en vivo el por Facebook desde Bluefields en la Costa Caribe Sur del país, las protestas desatadas tras la reforma gubernamental al sistema de seguridad que han dejado unas 30 personas muertas.
Además, la semana pasada fueron censurados y sacados del aire las estaciones de televisión 100% Noticias, Canal 12, Canal 23 y el Canal 51, y en la ciudad de León, 90 kilómetro al noroeste de la capital, fue incendiada Radio Darío.
Más de una docena de periodistas han denunciado agresiones o destrucción de su equipo de trabajo y al menos quince comunicadores de medios progobierno de Nicaragua han renunciado por desacuerdo en el tratamiento informativo de las protestas, cuya represeión ha dejado más de 30 fallecidos.