Sufrir la crisis, pero apoyar a Maduro: Oficialistas marcharon el Día del Trabajador
"El dinero no alcanza para nada", lamenta Carlos durante una marcha chavista por el Día del Trabajador. Sufre en carne propia la aguda crisis de Venezuela, pero promete fidelidad al presidente Nicolás Maduro para ganar lo que llama la "guerra económica".
"¡Denme 10 millones de votos y yo le pongo los ganchos a las mafias económicas!", clamó este martes Maduro, candidato a la reelección en los comicios del 20 de mayo, ante miles de partidarios que llegaron al Palacio de Miraflores con pancartas en respaldo al gobernante socialista y su fallecido antecesor, Hugo Chávez.
Uno de ellos era Carlos Sánchez, de 34 años, quien caminaba vestido de rojo -color que identifica al chavismo- por la neurálgica avenida Urdaneta, en el centro de Caracas, tomando de la mano a su hijo de tres años.
Mensajero en el Ministerio de Defensa, Carlos es consciente de que el nuevo aumento salarial anunciado por Maduro por el Día del Trabajador, que llevó el ingreso mínimo mensual a 2,5 millones de bolívares (menos de 3 dólares en el mercado negro), será diluido rápidamente por el descontrolado aumento del costo de vida.
Sin embargo, exculpa a Maduro. "Yo lo que pido es que, por fin, le dé un golpe a la guerra económica", comenta a la AFP.
Economistas atribuyen el colapso económico, con una hiperinflación estimada en 13.800% para el FMI en 2018 y una agua escasez de alimentos básicos y medicinas, a erráticas políticas gubernamentales y al deterioro de la estatal petrolera PDVSA, con una producción en caída libre.
- Guerra contra "las mafias" -
Pero Maduro dice ser víctima de una "guerra económica", llevada a cabo por empresarios "de derecha" apoyados por Estados Unidos, según él para generar descontento popular a través de la especulación de precios.
"Todo va a seguir subiendo. Hay demasiado abuso", aseguró a la AFP Elizabeth Pérez, cajera de 33 años en una cadena de supermercados estatales. A pesar de esa resignación en la carrera con los precios, dijo creer en Maduro para "cambiar las cosas".
Y el mandatario, en su discurso, prometía hacerlo: "Las mafias no respetan el control de los precios y tenemos que hacérselo respetar (...) ¡No me dejen solo contra las mafias!".
No obstante, según especialistas las raíces de la crisis están en los férreos controles de cambio y de precios vigentes en Venezuela desde hace más de una década, que han ahogado a un sector industrial cada vez más mermado.
La oposición también organizó actos por el Día del Trabajador, aunque con tímidas convocatorias. Un centenar de personas se concentró en el este de Caracas en respuesta al llamado de la coalición Frente Amplio, que intenta -sin mayor éxito hasta al momento- reactivar las masivas protestas de 2017.
Los principales partidos opositores apuestan a la abstención, negándose a presentar candidatos en unas elecciones que denuncian como "fraudulentas", aunque Henri Falcón, adversario de Maduro, decidió postularse a contravía del boicot.
Además, Estados Unidos, varios gobiernos de Latinoamérica y la Unión Europea desconocen las votaciones por considerar que no ofrecen condiciones a la oposición.
Pero Maduro promete "récords" de participación mientras pide a sus seguidores 10 millones de votos en un proceso en el que están llamados a sufragar 20,5 millones de los 30 millones de venezolanos.
Carlos y Elizabeth, aunque les cuesta cuadrar sus cuentas, se declaran dispuestos a responderle.
Colaboración AFP
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