Trump dice que Hamás "no quiere un acuerdo" tras ruptura de conversaciones y países europeos piden fin de "catástrofe" ante denuncias de hambre en Gaza
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este viernes que el grupo terrorista Hamás “no quiere un acuerdo” y "quiere morir" tras la ruptura de unas conversaciones de paz que tenía como sede a Doha.
"Hamás realmente no quería alcanzar un acuerdo. Creo que quieren morir. Y es muy, muy grave", declaró Trump.
Su enviado, Witkoff, confirmó el jueves el fracaso de las negociaciones celebradas durante más de dos semanas en Doha entre Israel y Hamás, con la mediación de Catar, Estados Unidos y Egipto. Al igual que Netanyahu, retiró a sus negociadores y puso en duda la buena fe de Hamás.
"Witkoff acertó. Hamás es el obstáculo para un acuerdo de liberación de los rehenes", declaró el dirigente israelí en un comunicado.
Hamás indicó el jueves que había respondido a una oferta de tregua de 60 días acompañada de un intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos e hizo una serie de exigencias que se saldaron con el fin de las negociaciones, según medios internacionales.
El grupo terrorista propuso enmiendas a las cláusulas sobre la entrada de ayuda humanitaria, mapas de las zonas de Gaza de las que debería retirarse el ejército israelí y garantías sobre el fin de la guerra
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció por su parte el fracaso de las negociaciones y mencionó que está "estudiando otras opciones para traer de vuelta" a los rehenes y "poner fin al régimen terrorista de Hamás".
En este contexto de acusaciones mutuas, un funcionario israelí anunció la próxima reanudación de los lanzamientos de ayuda a Gaza en donde las organizaciones internacionales alertaron sobre un aumento de la desnutrición infantil y casos de hambruna.
Todo esto sucede cuando más de 100 organizaciones humanitarias alertaron esta semana que el "hambre masiva" se propaga en la Franja de Gaza. Israel ha expresado nunca ha limitado el flujo de la ayuda y que hay camiones con víveres esperando a que la ONU y la comunidad internacional los recojan y los distribuyan.
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este viernes que un cuarto de los niños de seis meses a cinco años y de las mujeres embarazadas y lactantes, atendidos la semana pasada en sus instalaciones en Gaza, padecen desnutrición.
"Casi una de cada tres personas no come en varios días", afirmó por su parte el Programa Mundial de Alimentos.
Reino Unido, Alemania y Francia condenaron en un comunicado conjunto "la catástrofe humanitaria" en Gaza y pidieron a Israel que levante "las restricciones a la distribución de ayuda".
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también condenó la crisis alimentaria. "Ya no podemos aceptar las masacres y la hambruna", declaró el canciller italiano, Antonio Tajani.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, criticó "la falta de compasión, la falta de verdad, la falta de humanidad" de la comunidad internacional.
"Los niños dicen que quieren ir al paraíso, porque al menos, dicen, hay comida allí", aseguró en la asamblea de Amnistía Internacional. "Esto no es solo una crisis humanitaria. Es una crisis moral que desafía la conciencia mundial".
Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) afirmó que "la hambruna comienza a instalarse silenciosamente en Gaza", donde "más de 100 personas, en su mayoría niños, ya habrían muerto de hambre".
La guerra en Gaza estalló cuando Hamás atacó el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 y mató a 1.219 personas, en su mayoría civiles. También secuestraron a 251 personas, de las cuales 49 siguen cautivas en Gaza. De estas, 27 habrían fallecido, según el ejército israelí.
En respuesta, Israel inició una campaña militar que ha dejado 59.676 muertos, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, considerados fiables por la ONU.