Astrónomos descubren un planeta del tamaño de la Tierra cubierto por volcanes
Astrónomos descubrieron un exoplaneta del tamaño de la Tierra, llamado LP 791-18 d, que está cubierto por volcanes.
Ubicado a 90 años luz de distancia, este planeta posee una actividad volcánica similar a la de la luna Io de Júpiter, el cuerpo volcánicamente más activo de nuestro sistema solar.
El hallazgo, que aparece en la edición de este 17 de mayo de la revista científica Nature, fue posible gracias a los datos del TESS de la NASA (Transiting Exoplanet Survey Satellite), el Telescopio Espacial Spitzer, dado de baja en enero de 2020, y de un conjunto de observatorios terrestres.
"El lado diurno probablemente estaría demasiado caliente para que exista agua líquida en la superficie. Pero la cantidad de actividad volcánica que sospechamos que ocurre en todo el planeta podría sustentar una atmósfera, lo que podría permitir que el agua se condense en el lado nocturno", explicó Björn Benneke, coautor y profesor de astronomía en iREx que planeó y supervisó el estudio.
El planeta orbita una pequeña estrella enana roja y el grupo de científicos que realizó el análisis estima que su tamaño es solo un poco más grande y masivo que el de la Tierra.
De acuerdo con los investigadores, la actividad volcánica del planeta se debe a que cada cierto tiempo orbita muy cerca de otro planeta, lo que produce un tirón gravitacional que lo deforma ligeramente cada vez que gira alrededor de la estrella.
"Estas deformaciones pueden crear suficiente fricción interna para calentar sustancialmente el interior del planeta y producir actividad volcánica en su superficie. Júpiter y algunas de sus lunas afectan a Io de manera similar", explican los investigadores.
El estudio también concluye que el planeta se encuentra en el borde de la zona habitable de su sistema, es decir que está a la distancia adecuada de su estrella para plantear la hipótesis de que pueda existir agua líquida en la superficie.
"Si el planeta es tan geológicamente activo como sospecha el equipo de investigación, podría mantener una atmósfera. Las temperaturas podrían descender lo suficiente en el lado nocturno del planeta como para que el agua se condense en la superficie", consideran los científicos.
Precisamente, como explica la coautora Jessie Christiansen, científica del Instituto de Ciencias de Exoplanetas de la NASA, este tipo de hallazgos ayudarían a responder una gran pregunta en astrobiología: si la actividad tectónica o volcánica es necesaria para la vida.
"Además de proporcionar potencialmente una atmósfera, estos procesos podrían agitar materiales que de otro modo se hundirían y quedarían atrapados en la corteza, incluidos aquellos que creemos que son importantes para la vida, como el carbono", dice.
Ahora, los investigadores esperan ampliar los datos sobre este planeta gracias a que fue aprobado para ser observado por el telescopio espacial James Webb, además de ser un candidato excepcional para los estudios atmosféricos de la misión.