Científicos revelan la causa de extinción del primate más grande que jamás haya existido en la Tierra
Un estudio científico reveló la causa de extinción del Gigantopithecus Blacki, el primate más grande que jamás haya existido en el planeta Tierra.
Con sus tres metros de altura, este gigantesco animal era un simio de unos 200 a 300 kilos que deambuló durante mucho tiempo por las selvas de Asia, antes de desaparecer de la faz del planeta hace más de 200.000 años.
Aunque la extinción del primate era uno de los grandes enigmas de la paleontología, una investigación reveló que su desaparición se debió a su incapacidad de adaptarse a los cambios de su entorno.
Se dice que los primeros fósiles de la bestia aparecieron en la década de 1930 cuando un paleontólogo alemán había hallado lo que le presentaron como un "diente de dragón" en una farmacia en Hong Kong.
"Era tres o cuatro veces más grande que el de cualquier gran simio. Esto lo intrigó y así comenzaron las investigaciones", resaltó Renaud Joannes-Boyau, profesor en la Universidad Southern Cross de Australia, uno de los principales autores del estudio publicado en Nature.
Por otra parte, se dice que el Gigantopithecus Blacki apenas dejó atrás algunas mandíbulas y dientes. Centenares de estos fósiles fueron hallados en cuevas de la provincia de Guangxi, en el sur de China.
Pero a pesar de diez años de excavaciones, los científicos no lograron determinar cuándo se extinguió la especie y, por lo tanto, por qué.
El equipo de científicos chinos, australianos y estadounidenses trabajó en un conjunto de 22 cuevas, algunas de las cuales nunca antes habían sido excavadas y en donde encontraron dientes fosilizados, de entre 2 millones y 250.000 años de antigüedad.
Tras varios métodos de datación, los resultados permitieron determinar una "ventana de extinción" de la especie: entre 295.000 y 215.000 años, lo que corresponde a un amplio período de ciclos glaciares llamado Pleistoceno cuando el planeta experimentó un enfriamiento global.
Dicho periodo, en las exuberantes selvas tropicales donde prosperaba el coloso, provocó la aparición de estaciones que transformaron la vegetación y causó períodos de escasez de frutas.
El primate vio disminuir su área de búsqueda de alimentos y empezó a alimentarse de cortezas y pequeñas ramas.
"Cometió un error enorme al especializarse en estos alimentos de emergencia, muy fibrosos y menos nutritivos", dijo el profesor Yingqi Zhang del Instituto de Paleontología de la Academia China de Ciencias, principal coautor del estudio.