Se denomina ‘filtro de redes sociales’ a un conjunto de elementos que conforman un contenido que permite integrar a la virtualidad en el mundo real.
El uso de estos patrones digitales se aplica a las fotografías para “embellecer” el rostro o el cuerpo. Sin embargo, profesionales de la salud mental advierten que frecuentar esta modalidad puede llevar a las personas a obsesionarse con su ‘yo perfecto’.
Los filtros suelen utilizarse a través de fotografías y vídeos como accesorios que se colocan con el fin de modificar el aspecto físico.
En Instagram, por ejemplo, hay efectos que se pueden agregar a las instantáneas y clips cuando el usuario de la plataforma desea subir una ‘historia’.
Por su parte, en la red social TikTok esta herramienta sirve además para editar los videos que se desea cargar en el perfil del usuario.
En TikTok también se pueden generan efectos, cambios de color, que le dan un toque distintivo a las publicaciones. De hecho, se pueden encontrar diferentes formatos: Retrato, Paisaje, Comida e Intenso.
De acuerdo con un estudio de la plataforma web para gestionar redes sociales ‘Hootsuite’, existen 500 millones de cuentas de Instagram en el mundo; el 75 % de las mismas incluyen filtros que modifican digitalmente la realidad.
¿Cómo afectan los filtros de redes sociales a la salud mental?
En diálogo con el programa La Mañana de NTN24 Miguel Ángel Rizaldos, psicólogo clínico, dio su punto de vista sobre el tema.
“Los filtros se pueden utilizar como un juego, como un divertimento. El problema es que las personas dependan de ellos, que necesiten de esa máscara para presentarse ante los demás. Es una falta de confianza y de autoestima”, agregó el entrevistado.