El segundo lugar de culto más impresionante del mundo trabaja en la preservación del medio ambiente

La catedral de sal ubicada 180 metros bajo tierra en el municipio de Zipaquirá, es uno de los principales sitios turísticos y es el lugar de culto más impresionante del país suramericano, que año tras año recibe cientos de visitantes que pueden apreciar exhibiciones de artesanías con valiosas esmeraldas y las colecciones artísticas que allí se proyectan.

Este lugar subterráneo no solo aporta en el desarrollo económico de la región, sino que además trabaja constantemente junto a las autoridades de la secretaría de desarrollo rural y los ciudadanos a reducir los índices de contaminación. Durante los últimos años han desarrollado diferentes campañas ecológicas, como la de incorporar el proceso industrial de más de 5.400 kilogramos de residuos sólidos, la correcta disposición de basura eléctrica, la siembra de diferentes árboles en la región y ferias caninas de bienestar en el parque de la sal.

Para los promotores y cuidadores de la considerada primera maravilla de Colombia es indispensable la puesta en marcha de objetivos de desarrollo sostenible, incentivando el turismo responsable con el cuidado del medio ambiente.