El Vaticano y la NASA se aliaron en una misión espacial para investigar al peligroso asteroide Bennu
Desde hace varios años existe un cuerpo celeste que ha cautivado a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), al punto que tuvo que lanzar una misión única y exclusivamente para la investigación de este asteroide.
La misión, que tiene como objetivo investigar y explorar el material que conforma al asteroide Bennu, cuenta con la ayuda menos esperada: la de la iglesia católica.
El Vaticano junto con la NASA formaron una alianza para investigar este fenómeno, cuyos restos se esperan que sean traídos a la Tierra con ayuda de la cápsula de la misión Orígenes, Integración Espectral, Identificación de Recursos, Seguridad y Explorador de Regolitos (OSIRIS-REx, por sus siglas en inglés).
La alianza se dio luego de que el jesuita Robert J. Macke, diseñara un dispositivo conocido como ‘Picnómetro’ el cual ayudará a medir la densidad de los diminutos granos de material en la muestra, que será recogida este domingo 24 de septiembre por OSIRIS-Rex.
El curador de meteorito del Vaticano tendrá que dejar la Santa Sede y partir hacia el Centro Espacial Johnson en Houston para apoyar las investigaciones relacionadas con las muestras recolectadas, así como también enseñarles a los científicos a manejar su picnómetro.
Así las cosas, el jesuita expresó: “nuestro trabajo es examinarlo y averiguar qué hay ahí. Intentamos responder a algunas preguntas básicas, como si hay más de un tipo de roca en el interior. Por lo que vimos en la superficie del asteroide Bennu, esperamos encontrar dos y tal vez más”.
Macke destacó que los resultados entre la alianza del Vaticano y la Nasa pueden ser muy valiosos, ya que ayudará a saber sobre “la selección de especímenes para una ciencia más detallada que se realizará en laboratorios de todo el mundo”.
Pese a la alianza, el jesuita comentó que no recibió ningún tipo de compensación por parte de la agencia espacial estadounidense, revelando: “esa es una de las cosas buenas del voto de pobreza”.
El curador de meteorito del Vaticano, al que recurrió la agencia espacial estadounidense, se ha hecho un nombre en el mundo de la ciencia, el cual considera que no tiene ningún conflicto con la fe.
De hecho, Macke ha profesado su amor por la ciencia y el espacio desde siempre, algo que lo llevó a estudiar astrofísica en el MIT y luego participar en grupos de investigación del universo en la Universidad de Washington.
El 24 de septiembre, la cápsula de la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos, Seguridad y Explorador de Regolitos de la NASA atravesará la atmósfera terrestre y aterrizará en el desierto de Utah.
En el interior de la cápsula se encuentran algunas de las rocas más antiguas de nuestro sistema solar, recogidas en la superficie de un asteroide rico en carbono llamado Bennu.
La muestra ofrece una visión prístina de los componentes básicos que se convirtieron en nuestro Sol y los planetas hace unos 4.500 millones de años.