"¿Hay más vida en el universo? Mi respuesta personal es 'sí'": Bill Nelson, administrador de la NASA
Este jueves la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) presentó su esperado informe sobre el avistamiento de los Fenómenos Anómalos no Identificados (UAP, por sus siglas en inglés), como ahora denominan a los ovnis.
Los resultados, de un trabajo de investigación de más de un año, fueron presentados durante una conferencia de prensa en la que algunos medios y periodistas pudieron, no solo saber lo que hay más allá del planeta Tierra, sino también preguntar algunas de las dudas que existen en la actualidad sobre la vida en el universo.
A mediados de 2022, la NASA había anunciado el estudio independiente dirigido por un grupo de 16 científicos y expertos en aeronáutica para, no solamente, analizar la vida fuera del universo, sino también para trazar una ruta para investigaciones futuras.
Ahora, la agencia espacial estadounidense ha abordado el tema mostrando sus conclusiones y resolviendo la incógnita más grande: ¿hay vida más allá de la Tierra?
Ante este cuestionamiento, uno de los investigadores de la NASA explicó, durante la conferencia de prensa, que existen varios testigos de haber visto objetos no identificados en el espacio aéreo estadounidense y aunque varios de ellos han podido ser explicados, admite que también existen unos pocos que no pueden ser definidos como “fenómenos naturales o provocados por el hombre”.
Por su parte, el administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson, señaló que la investigación también arrojó que “el equipo independiente de la NASA no encontró que los ovnis tengan origen extraterrestre”.
Y admitió que no saben qué son estos ovnis, por lo que anunció que la NASA tendrá un director para investigación de Fenómenos Anómalos no Identificados.
Sin embargo, ante la cuestión de si existe o no la vida fuera de nuestro planeta, Nelson explicó que desde su punto de vista “si me preguntan a mí si yo creo que hay vida en un universo que es muy vasto y es difícil comprender cuán grande es, mi respuesta personal es sí”.
El documento también hace varias recomendaciones, entre ellas, que la agencia espacial aumente sus esfuerzos para recopilar información sobre el tema, además de señalar que debe desempeñar un papel más importante para ayudarle al Pentágono a determinar objetos no identificados en el espacio aéreo estadounidense.
El informe destaca que debido a que las observaciones de alta calidad son limitadas, no cuentan con los datos necesarios para poder sacar conclusiones científicas definitivas.
El texto especifica que la detección de los UAP “suele ser fortuita”, en su mayoría “capturada por sensores que no fueron diseñados ni calibrados para este propósito y que carecen de metadatos completos”.
“Sumado a un archivo y una conservación de datos incompletos, esto significa que el origen de numerosos UAP sigue siendo incierto. Por lo tanto, la importancia de detectar UAP con múltiples sensores bien calibrados es primordial”, complementa el escrito.
Sin embargo, el grupo de expertos señaló que pese a la poca información y datos recopilados de los UAP, se podría decir que “la amenaza es evidente”.
Nicola Fox, dirección de misiones científicas de la NASA en Washington, aseguró durante la conferencia que la agencia espacial está comprometida a contribuir de manera inmediata ante el esfuerzo del gobierno federal de la búsqueda de los Fenómenos Anómalos no Identificados.
Fox anunció que harán uso de la inteligencia artificial para ayudar con iniciativa gubernamental para la búsqueda de los objetos no identificados.
“Los datos son el elemento vital fundamental necesario para avanzar en la exploración científica, y agradecemos a los miembros del equipo de estudio independiente por brindar a la NASA su experiencia para identificar qué datos disponibles son posibles para comprender la naturaleza y el origen de los futuros UAP”, añadió.
El informe presentado hoy por la NASA se dio luego de más de un año de trabajo en el que un grupo 16 expertos, de diferentes áreas, se encargó de examinar los Fenómenos Anómalos no Identificados (UAP) desde una perspectiva científica para poder crear una ruta sobre el manejo de los datos y herramientas para avanzar la compresión sobre los objetos no identificados.