La NASA recomienda usar las gafas de eclipse para ver detalles increíbles del Sol a simple vista
Las gafas de eclipse son visores seguros y especiales para ver este tipo de fenómenos astronómicos, que cumplen con la norma internacional ISO 12312-2.
En los últimos seis meses, este tipo de visores se hicieron muy populares por cuenta de los dos grandes eclipses que recorrieron América en este periodo, el anular del 14 de octubre de 2023 y el total del 8 de abril de 2024.
Ante estos dos eventos, entidades y expertos insistieron permanentemente en la necesidad de su uso para disfrutar del tránsito de la Luna sobre el Sol, debido al alto riesgo que representa para la salud visual el poderoso brillo de la estrella.
Precisamente, aprovechando la amplia distribución y venta de gafas de eclipse que se realizó en los últimos meses, la NASA recomendó a los millones de observadores que tienen estos visores no botarlos y aprovecharlos para ver el Sol a diario.
“Siempre que las lentes sigan en buen estado, podrá utilizar las gafas de eclipse para observar el Sol de forma segura todos los días”, indicó la agencia espacial.
Además, la agencia espacial estadounidense resaltó que a veces incluso se pueden ver las manchas solares solo usando estas gafas para eclipses, sin necesidad de aumento.
Las manchas solares son áreas del Sol más oscuras que se producen por fluctuaciones en el campo magnético de la estrella, lo que hace que la temperatura en estos lugares sea menor.
Estas zonas oscuras están relacionadas con las erupciones solares, debido a que cada cierto tiempo los campos magnéticos que las originan se reorganizan ocasionando una expulsión repentina de energía.
Muchas de estas manchas en el Sol son tan grandes como la Tierra. Incluso, algunas alcanzan un tamaño de más de diez veces nuestro planeta.
Por esta razón, en algunas oportunidades es posible verlas desde la Tierra a simple vista y por eso la NASA recomienda utilizar las gafas de eclipse para intentar apreciar estos detalles de la estrella.
Es importante recordar que mirar directamente al Sol sin la protección adecuada puede causar daños irreparables en los ojos.