La vasta región, hogar de una rica biodiversidad y de importantes actividades ganaderas, especialmente de ovinos y bovinos. Enfrenta por estos días extremas condiciones meteorológicas que han puesto en peligro a cerca del 50% del ganado de la zona.
Los animales, que ya enfrentan la escasez de alimento y agua, ahora también deben luchar por sobrevivir al frío implacable.
Según expertos, alrededor de un millón de ovejas de la raza ovina predominante en la Patagonia y un pilar fundamental de la industria textil, se encuentran en grave peligro por las extremas olas de frío. Asimismo, alertan que unas 40,000 cabezas de ganado vacuno también están sufriendo las consecuencias de este invierno despiadado.
Roberto Vieto, asesor de bienestar animal de WWF, explicó en entrevista con NTN24 cómo ayudar a los animales ante estos eventos climáticos extremos “Algunos animales se adaptan mejor que otros a estos eventos de frío, algo muy importante que tenemos que tomar en cuenta es minimizar cualquier tipo de estrés a esos animales, porque recordemos que cuando las temperaturas bajan hay una demanda energética extra para que estos animales puedan mantener su temperatura corporal”
La fauna nativa de la región, aunque mejor adaptada a las condiciones extremas, no está exenta de peligro. Especies como los pumas, guanacos y zorros colorados han desarrollado mecanismos naturales para sobrevivir en entornos hostiles, pero el riesgo de morir congelados sigue latente.
En un intento desesperado por escapar de la nieve y buscar alimento, los pumas han sido avistados con mayor frecuencia en zonas habitadas, lo que evidencia el impacto que esta ola de frío está teniendo en la vida silvestre.
“Lo importante es recordar que cuando hablamos de fauna silvestre no podemos ir y manipular un animal o rescatarlo a nosotros, sino que se tienen que seguir lineamientos que van a depender de país en país y de especie en especie” aseguro Vieto, quien recomienda mantener una línea continua con las autoridades para la preservación de los animales.
No solo los animales están sufriendo las consecuencias de este fenómeno climático extremo. Las comunidades humanas, especialmente aquellas en localidades aisladas, están viviendo una situación de emergencia generada por la crisis climática, que ha intensificado la severidad y frecuencia de estos eventos extremos, obligando a las autoridades locales a redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad de las personas y los animales.