Entre 1918 y 1964, los militares suizos arrojaron proyectiles de munición en los lagos Thun, Brienz y Lucerna, tres importantes cuerpos de agua que hoy enfrentan un desafío ambiental, por estas municiones, que se encuentran a profundidades de entre 150 y 220 metros.
Expertos indican que aunque las municiones no representan un peligro inmediato, podrían poner en riesgo la calidad ambiental de los lagos en los próximos años.
Anteriores intentos de descontaminación no han logrado el éxito deseado, ya que la intervención ha generado remolinos de lodo que ponen en peligro los ecosistemas acuáticos, afectan la biodiversidad y alteran el equilibrio natural de estos lagos. Por ello, la solución propuesta debe ser segura, efectiva y respetuosa con el medio ambiente.
Por esa razón, el gobierno suizo lanzó el concurso que no solo busca resolver el problema histórico, sino que también invita a la comunidad científica y a las mentes más creativas a aportar ideas para restaurar la salud de estos recursos hídricos vitales para Suiza, que son fundamentales para la vida humana y los ecosistemas circundantes.